Es de sobra conocido, que tanto el hype como el marketing son poderosas armas para vender un videojuego e incluso para otorgarle la vitola de imprescindible sin tan siquiera haberlo analizado previamente. Esto ocurre con bastante frecuencia en el sector. Sin ir más lejos, tenemos el caso reciente de Bioshock Infinite (que, en mi opinión personal, flojeaba a nivel jugable a pesar de ser muy bueno en el resto de apartados) el cual generó entre los usuarios una tremenda expectación varios meses antes de su lanzamiento.

En el caso del título que nos ocupa, unas cuantas capturas de pantalla y una breve descripción bastaron para que en 2012 (cuando se anunció) la industria se convulsionara y, casi al unísono, el planeta videojuego gritara a los cuatros vientos: «Señores, habemus GOTY 2013. Que los chicos de Naughty Dog (Crash Bandicoot, Uncharted, Jak & Daxter) estuviesen detrás del proyecto, avivó aún más la ilusión por tener un nuevo y completo survival horror con tintes de exploración que barriese a los demás juegos del mercado en cuanto a calidad técnica y guion.

La expectación se apropió de todos los jugones de una manera inusitada. Prácticamente en todos los medios (no sólo escritos, también en TV) ya daban por hecho que pronto tendríamos entre nosotros al último gran juego de esta generación. Pintaba bien, sí. La idea era atractiva pero aún faltaban muchas cosas por ver como la historia, el aspecto jugable, los personajes… casi todo, vaya.

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Cuando tienes una buena campaña de marketing detrás pero tu producto no cumple lo prometido, al final siempre habrá usuarios descontentos por muy bien que lo vendas. Si tienes un buen plan para promocionar tu producto y además éste cumple, habrás ganado. The Last of Us entra dentro de este último caso que acabo de comentar. Tras jugarlo (y acabarlo, como mandan los cánones) no puedo evitar pensar que este juego y esperemos que también algún otro peso pesado como GTA V (cuyo tráiler ha dejado muy contento al personal) serán, en definitiva, los «puentes hacia la nueva generación de consolas», si se me permite la expresión. ¿Por qué digo esto? Muy sencillo. Creo que en la recta final de esta generación de consolas, éste y otros títulos marcarán sin duda el camino de lo que veremos en la Next-Gen, a muchos niveles. O al menos, eso espero. A algunos sistemas, como la propia PlayStation 3, aún les queda algo de vida por lo que quizá es arriesgado decir que «The Last of Us es el canto de cisne de la consola». Puede que a nivel de software, juegos como The Last of Us sean el cénit de la consola y nos preparen para ver cosas (espero que así sea) alucinantes en la octava generación de consolas, aunque lo lógico sería que lo primero que llegue a nuestras manos en estas nuevas plataformas no difiera mucho de lo que nos brindan éste y algún que otro videojuego más que verá la luz antes de que finalice el año en los sistemas actuales.

Antes de entrar a hablar más en profundidad del propio juego, permitidme que os recuerde que la simbiosis entre cine, cómics, series y videojuegos no es nueva. Ni muchísimo menos. Lo que ocurre es que, gracias a las capacidades técnicas de las consolas actuales (entre otros factores) las influencias de otros medios han ido cobrando más presencia en este mundillo (y viceversa, por qué no decirlo) sacando cada vez más (y mejor) partido a aquellas ideas cuyo punto de partida nace en los mencionados universos. Los videojuegos son un vehículo fantástico para contar historias y eso lo saben aprovechar muy bien grandes desarrolladores del momento como 2K, Rockstar o los propios Naughty Dog. Parece que usar recursos narrativos propios del cine u otras disciplinas artísticas es hoy en día una de las grandes armas del videojuego actual. En The Last of Us, la forma en la que se cuenta la historia es una pieza fundamental de su éxito, ya que ésta es digna de la mejor superproducción de Hollywood o de una gran serie de la HBO.

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The Last of Us comienza realmente fuerte, contándonos la historia de un padre normal y corriente y su hija adolescente, justo antes del estallido de la infección global causada por el hongo Cordyceps. La naturaleza se ha revelado contra la humanidad, liberando un virus a través de unas esporas que infecta a las personas convirtiéndolas en «zombies» rabiosos. En esencia, nada novedoso a nivel argumental pero nada más comenzar nos topamos con una intro narrada excepcionalmente, sobre todo teniendo en cuenta que hay varios clichés que hemos visto decenas de veces en series de TV, películas o novelas. El gran mérito aquí de Naughty Dog no es lo que cuenta, sino cómo lo cuenta. Aunque más o menos te hueles lo que va a suceder, los chicos de la compañía norteamericana narran el comienzo de la historia de una manera brillante, preparando al jugador para lo que se avecina poco a poco. Y así, contarán toda la trama revelando paso a paso lo que ocurre con la infección y los supervivientes; al tiempo que van revelando rasgos de la personalidad de los personajes para dejar al jugador con ganas de más. De ese modo, inevitablemente, logran conectar con el jugador sin que éste se de cuenta. Como ocurre en las buenas series, pronto querrás saber más y no podrás dejar de jugar.

Joel y Ellie son los protagonistas de The Last of Us y dos de los supervivientes de la pandemia. Viajarán juntos cruzando el país buscando la manera de hallar una cura para el mal que asola a la humanidad. Ellie es la clave. Por alguna razón desconocida, la joven es inmune a la infección. Y la relación entre ambos, uno de los puntos fuertes del juego, sin duda. Visitaremos varias ciudades y rincones emblemáticos de Estados Unidos, luchando contra diferentes tipos de infectados y también contra supervivientes hostiles. Es la ley del selva. Viviremos momentos realmente emotivos pero también otros angustiosos y tensos. La variedad de situaciones es vital para que esta aventura sea una de las mejores experiencias «videojueguiles» que te puedas echar a la cara. En The Last of Us, encontraremos sigilo, exploración, cooperación entre personajes, fases bajo el agua, desplazamientos en vehículos y mucha acción. Lo mejor de todo, es que el argumento sorprende incluso al final.

Tras un rato con el mando en las manos, te encariñarás con la personalidad de sus protagonistas y te habrás enganchado a la historia. La manera en la que ambos (y otros fantásticos secundarios) son presentados y evolucionan a medida que avanzas el juego, es para quitarse el sombrero. Este impecable ejercicio narrativo, pese a no ser novedoso ni perfecto en algunos momentos puntuales, funciona a las mil maravillas. Los personajes, tanto los protagonistas como los secundarios, reciben un tratamiento magnífico y la verdad es que el trabajo de guion es brillante. Ello, se ve reforzado además por un apartado técnico espectacular, de lo mejorcito que he visto en esta consola (y en esta generación). En el aspecto gráfico, destacan sobremanera el diseño de personajes, las animaciones y expresiones faciales (que están años luz de lo visto hasta el momento) y los efectos lumínicos y las texturas (realmente espectaculares ambos). En este sentido, es normal que algunos jugadores queden boquiabiertos ante el impecable trabajo de desarrollo.

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El sonido es otro de los aspectos a destacar de The Last of Us. La música, inquietante y cautivadora a la vez, lo envuelve todo; siendo el contrapunto perfecto a los acontecimientos que se van narrando estación a estación. El responsable de la banda sonora del título es Gustavo Santaolalla el cual se luce exactamente igual que cuando compone para el séptimo arte (Diarios de motocicleta, Amores Perros, entre otras) y que recuerda en ciertos pasajes musicales a otros juegos con tintes cinematográficos también como Red Dead Redemption. Aparte, tenemos unas excepcionales voces originales y un doblaje al castellano bastante decente pero que inevitablemente palidece ante la imponente presencia de Troy Baker, Ashley Johnson y el resto del elenco de actores del juego. Los efectos de sonido como los ruidos de determinados enemigos (los Chasqueadores se llevan la palma), las distintas armas o los gritos desgarradores que podemos escuchar en algunas fases del juego están a un grandísimo nivel también y son sólo algunos ejemplos del cuidado que se ha puesto en este apartado por parte de Naughty Dog.

Si a todo lo anteriormente mencionado, le sumas un gran y variada mecánica de juego, tenemos como resultado un enorme título que yo calificaría como imprescindible. Muy bueno el detalle de poder mejorar tus armas o construir los botiquines. La IA de los infectados y otros enemigos como los militares, los movimientos (que incluyen algunos QTE) son importantes detalles a tener en cuenta. Y, lo más importante, todos estos puntos sumados como digo a la variedad del juego logran que el jugador difícilmente se aburra. Obviamente, el juego perfecto no existe y los puntos negativos también están presentes aquí en forma de bugs menores (presencia de popping en algunos escenarios o paredes invisibles que los enemigos no logran atravesar, entre otros) y pequeños fallos de sonido y también en la IA de algunos enemigos que, afortunadamente, no empañan demasiado la experiencia de juego; quedando al final relegados a un segundo plano gracias al buen hacer de sus creadores en todos los apartados del juego. Finalmente, tenemos el Modo Multijugador; del cual poco o nada hay que reprochar al respecto, ya que era inevitable que apareciera en un juego de estas características. Queda como una mera anécdota que puedes obviar perfectamente si te apetece, dado que la verdadera experiencia es vivir esta intenso viaje lleno de peligros de la mano de excelentes personajes. El online es un añadido más a un juego que realmente debes disfrutar en solitario y con las luces apagadas.

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¿Estamos ante el último gran juego de esta generación?

Sinceramente, aún es pronto para decirlo. Por el momento, tiene pocos rivales y está años luz de otros candidatos a juego del año. Razones de peso he dado de ello más arriba, a las que quiero sumar el gran trabajo realizado con los diferentes escenarios y caracteres que conforman el mundo desolado de The Last of Us. Antes de concluir, no puedo dejar de hacer la siguiente reflexión: a pesar de que la historia tiene un principio y un final, sus creadores han dado vida a un complejo universo que puede ser rescatado de cualquier manera. Y con ello me refiero a que la historia queda cerrada de una manera muy inteligente, pero no descartaría una secuela o spin-off, aunque personalmente soy más partidario de lo segundo que de lo primero.

En definitiva, la gente de Naughty Dog se ha superado a sí misma, tras tres magníficas entregas de la saga Uncharted para PlayStation 3 y ahora todos los focos están puestos en lo bueno que queda por llegar. Prometedores títulos entre los que se encuentran el inminente Grand Thef Auto V, en Beyond: Dos Almas o la quinta entrega de Metal Gear, pero una cosa es cierta: tanto The Last of Us como los otros mencionados, son sin duda el perfecto broche final a la séptima generación de consolas que tantas alegrías nos ha dado.

¿Qué mejor manera para despedirla que con juegos así?

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