Sin duda alguna, 2013 fue un buen año para los amantes de los hack n’ slash. Un año, que supuso el regreso de grandes nombres como Kratos, Ryu Hayabusa (protagonista de la saga Ninja Gaiden) y otros que se sumaron a la fiesta por primera vez (véanse los casos de Jack Raiden en Metal Gear: Rising o el, en mi opinión, tristemente decepcionante Deadpool de Marvel) pero todos ellos con algo en común: aportar su granito de arena al género con su festival de disparos, mutilamientos, golpes, espadazos y explosiones en tercera persona.

Si hay un título que quizá mereció llevarse el galardón de mejor hack n’ slash de ese año en la séptima generación de consolas, ese fue DmC. Esta especie de reboot de la popular franquicia Devil May Cry, pese a los recelos iniciales, acabó por conquistar a muchos seguidores de uno de los géneros más populares del mundo de los videojuegos gracias a que Capcom, muy acertadamente, confió en las expertas manos de la gente de Ninja Theory (Enslaved, Heavenly Sword) para desarrollar una nueva entrega de uno de los nombres míticos del videojuego.

Pero al principio, no todo fueron parabienes. Cuando fue anunciado, algunos comenzaron a darle palos a diestro y siniestro sin haberlo jugado y sin saber casi nada de él. Qué raro, ¿no? Ironías aparte, al final el tiempo acabó por dar la razón a los que confiaron en las posibilidades de Ninja Theory y dejó a la altura del betún a aquellos personajillos ignotos que defenestraron el juego antes de tiempo por dejarse llevar y juzgar al título simplemente viendo una imagen del juvenil Dante, su letal protagonista. Y es que Dante es mucho Dante. Aunque tenga algunos años menos y aún no haya desarrollado todo su potencial.

«El Diablo podría llorar…»

Gran parte de culpa del éxito de este título, la tuvo una jugabilidad soberbia, repleta de combos imposibles y armas alucinantes. Nuestro joven y alocado Dante poseía dos talentos heredados de su dualidad que le caracterizaban como un ser bastante poderoso. Al tener tanto el arsenal del Infierno (gracias a la sangre de papaíto) como el armamento celestial (herencia de mamá) ello le convertía en un tipo doblemente de peligroso. Habilidades que nos venían de maravilla cuando nos enfrentábamos a Mundus, el poderoso demonio que pretendía esclavizar a la humanidad con métodos muy contemporáneos como la política, el control de los mass-media, la banca y la debilidad del ser humano para sucumbir una y otra vez ante pecados como la gula, la codicia o la lujuria.

¿Y qué pasaba con la historia? ¿Cumplía el juego en dicho apartado? En DmC, el joven Dante se nos presentaba como la única esperanza de la humanidad… pero no estaba solo. Con la ayuda de una humana llamada Kat y de su hermano Vergil (casi tan poderoso como él pero con otras motivaciones bien distintas) intentábamos completar esta importante misión con éxito. El juego poseía con todos los ingredientes para triunfar: Protagonistas carismáticos, gran jugabilidad, diseño artístico brillante, enemigos brutales y una curva de dificultad bien balanceada. Una gozada para los seguidores de esta clase de juegos que, además, cumplía a nivel gráfico en la versión para consolas.

Aún con algunos pequeños errores a nivel técnico (estaba mejor optimizado en su versión para PC, dicho sea de paso) una vez te sumergías en la aventura de los hijos de Sparda, el juego te atrapaba irremediablemente e incluso, para algunos, fue uno de los lanzamientos destacados de ese año. Mención aparte también para la música de este DmC, una BSO apabullante, a cargo de bandas de sonido corrosivo e industrial como Combichrist y Noisia.

El juego tuvo buenas ventas, buenas críticas en medios especializados y en general el público lo acogió de manera muy positiva. Atrás quedaban pues los prejuicios sobre el aspecto del personaje principal y la necedad de algunos por hablar mal de un juego antes de ser lanzado (un mal endémico que sigue repitiéndose una y otra vez en este sector, desgraciadamente). Capcom nos dejó uno de los mejores hack n’ slash de 2013 que, posteriormente, obtuvo su correspondiente remaster HD para PS4 y que me apetecía reivindicar desde el blog porque realmente lo merece. Además, puede que haya aún algunos que no hayan disfrutado de sus bondades. En resumidas cuentas, si eres amante del género no puedes perderte este título desarrollado por la gente de Ninja Theory. Sería un verdadero pecado, ¿verdad?