Se ha hecho un poco de rogar pero ya tenemos entre nosotros la continuación de ‘Black Hammer. La edad sombría’, publicada en nuestro país por Astiberri Ediciones. El cuarto tomo de la serie de Dark Horse Comics premiada con un Eisner en 2017, viene además con algunas sorprendentes revelaciones en su interior. Jeff Lemire, Dean Ormston y Dave Stewart, acogen además con los brazos abiertos al extraordinario artista Rich Tommaso que, durante la pimera parte de este volumen, se encarga de ilustrar de manera fabulosa el extraño periplo del sin par Coronel Weird que desembocará finalmente en el desenlace del singular viaje de estos superhéroes del cómic.
Para empezar, retomamos la historia desde el final de la primera parte de esta «edad sombría» (Age of Doom, en el original, números 1-6 incluidos en el tomo 3 de la colección), por lo que es importante leer antes dichos números e incluso hacer una relectura en el caso de que ya se haya dado buena cuenta de los mismos. Los acontecimientos allí narrados nos llevaron a que, una vez resuelto el misterio de la granja, Randall, (el Coronel Weird) tiene que realizar un último intento de salvar a sus amigos y revelar la verdad de todo. Cuando retomamos esa historia al principio de este nuevo volumen, el Coronel pone rumbo a la salida de la Para-Zona pero algo sale mal y, por primera vez, el viajero está perdido de verdad.
El comienzo del tomo, con un fantastico dibujo de Rich Tommaso lleno de influencias es, muy posiblemente, lo mejor del mismo. El estilo de Tommaso es cautivador y adictivo para cualquiera que se precie de ser amante del arte secuencial. Con su trazo limpio y underground, el artista está magnífico aquí, contándonos junto a Lemire, la pequeña odisea de este personaje en un mundo imaginario. Un mundo de ideas, lleno de personajes descartados de otras historias al que Randall, sin saber muy bien por qué, va a parar. Desconcertado, encontrará allí a personajes maravillosos como Inspector Insector (imposible no amarlo desde el minuto uno) y otros (claramente inspirados en creaciones de la edad de oro y de plata de las historietas norteamericanas) que, de algún modo, le ayudarán a descubrir que la verdadera amenaza al equilibrio del universo está a punto de regresar.
La segunda parte de esta historia, nos lleva de vuelta a Spiral City. Allí, nos encontramos con que todo ha desembocado en que la historia ha sido reescrita y el grupo ya no existe. Nuestros héroes tienen ahora vidas anodinas e insulsas porque han perdido completamente la memoria. Pese a todo, los protagonistas saben que no algo no anda bien y buscarán el modo de reunirse de nuevo para hacer frente a su destino y lograr de ese modo restaurar el equilibrio del universo. Porque, lejos de estar todo bien, se avecina el final de todas las cosas. La manera en la que se van reuniendo poco a poco (incluido quién los reúne y cómo acaba finalmente todo) está realizada de manera extraordinaria por Lemire y Ormston; este último realizando un trabajo especialmente brillante aquí.
Un cuarto volumen este que cierra de algún modo el círculo, ya que todo lo que se lleva narrando en anteriores entregas cobra finalmente sentido y se pone punto y final a un capítulo de la historia pero no al del Universo Black Hammer. Al contrario: dicho universo queda revolucionado de una manera muy inteligente, siendo Lucy Weber (la nueva Martillo Negro) un personaje crucial en todo esto y deja abiertas otras puertas para que nuevas aventuras sea desarrolladas y sigamos disfrutando de todo lo bueno que está por llegar. Lemire ha ido fabricando una trama realmente absorbente que, llegados a este punto, mantiene al lector irremediablemente pegado a las páginas y casi me atrevería a decir que convierte a estos personajes en clásicos instantáneos.
Este tomo, imprescindible para los amantes de la serie Black Hammer, contiene los números 8-12 del arco argumental «Age of Doom» y está traducido por Santiago García (una vez más, magníficamente, añado) y rotulado por Ana González de la Peña y Alba Diethelm. Además, incluye ilustraciones de autores como Rachel Allen Everett, Rick Celis, Paul Pope, Sanford Green, Becca Carey, Michael Fiffe y otros. Una compra segura que hará las delicias de los fans de la serie y en el que, con permiso de Ormston, brilla con luz propia un inconmensurable Tommaso en el apartado gráfico. Metaficción, pulp, género superheroico, múltiples referencias y homenajes a la Cultura Pop al servicio de una de las mejores series de cómics de los últimos tiempos.