Cuando me enteré que en 2015 regresaba a la gran pantalla una de las sagas más queridas por los amantes del cine de acción, no pude evitar esbozar una sonrisa. Hace ya más de 30 años, un director australiano llamado George Miller revolucionó (si es que directamente no lo creó) el género post-apocalíptico con una cinta de corte totalmente explotaiton llamada Mad Max.
Protagonizada por un jovencísimo Mel Gibson, la película dio pie a una genial trilogía que influenció en los años posteriores no sólo a otros directores y actores que vinieron después, sino que además otras disciplinas artísticas como los cómics, el anime o los videojuegos tomaron muchos de sus elementos característicos para construir sus propios universos y narrar emocionantes historias.
Todos estos productos que bebían directamente de la franquicia eran de bastante calidad (en mayor o menor medida) pero, tras cerrarse la trilogía fílmica en 1990, los fans habían perdido la esperanza de ver a las creaciones de Miller de nuevo en el cine. No fue hasta 2014 cuando se anunció que la saga Mad Max regresaría en 2015 por todo lo alto, para deleite de sus fans.
Así, llegamos a “Fury Road” (conocida aquí como “Furia en la carretera” y protagonizada por Tom Hardy y Charlize Theron), la cuarta entrega de Mad Max. Dirigida por el propio Miller, ha arrasado en taquilla y, gracias a este tremendo éxito y viralidad en las redes sociales, ha ocurrido lo inevitable: Habemus videojuego. Y, como veremos a continuación, la cosa no ha salido nada mal al final teniendo en cuenta los antecedentes que hemos tenido que padecer en situaciones similares.
Obviamente, cuando se supo que iba a haber un videojuego basado en la saga Mad Max que tomaría elementos del mundo post-apocalíptico de «Furia en la carretera» (como personajes, ambientación, etcétera…) muchos pensamos: «seguro que nos intentan colar de nuevo el típico producto mediocre que, apoyándose en una exitosa licencia de renombre, intenta vendernos la moto y al mismo tiempo sacar toda la pasta que pueda». Nada más lejos de la realidad.
La cosa es que gracias Avalanche Studios y Warner Bros., tenemos un gran juego de aventuras que toma elementos de varios géneros para ofrecernos una aventura por los míticos entornos con los que el cineasta australiano nos ha deleitado en cuatro grandes películas. Vuelve Max, el guerrero de la carretera para luchar contra las bandas que asolan el páramo, ayudar a los débiles y, lo más importar, recordar qué ha pasado realmente con su familia (para lo cual contará con la ayuda de un misterioso nómada del desierto).
Nos encontramos ante un gran juego de acción en mundo abierto, aunque matizando que no es exactamente un sandbox al uso (no es GTA, para entendernos) y que ofrece altas dosis de personalización. Podremos ir mejorando nuestro personaje a medida que avanzamos tanto en armamento y munición como en el aspecto de personaje y sus habilidades.
Pero no sólo tendremos la posibilidad de evolucionar a Max, si no que el juego nos brinda la posibilidad de hacer lo mismo con el coche: armas como diferentes tipos de ganchos, rifles de francotirador, explosivos, piezas para la carrocería y otras interesantes mejoras son una aspecto destacado del juego a la hora de valorar luego su jugabilidad (si se me permite usar tan denostado término).
Aunque cumple de sobra en todos sus apartados (a nivel gráfico jugarlo en PC es una gozada y además técnicamente no se resiente para nada pese a la extensión del mapeado), mención especial para el diseño de personajes, vehículos y demás parafernalia, los cuales te sumergen de inmediato en el «Universo Miller» y enganchan al fan de los films desde el primer momento.
Al igual que ocurría con otro gran juego llamado, Sombras de Mordor, este Mad Max es una especie de compendio de mecánicas de juego que incluyen exploración, combates al más puro estilo «Batman: Arkham» (cuánto ha influenciado esta franquicia, madre mía) y, en definitiva, todo lo necesario para ofrecernos aquello que un buen juego de aventuras debe tener. Un must have para los aficionados a los juegos de acción y aventuras, que casi nadie esperaba iba a ser tan completo. Si encima eres fan de las películas, pues doble alegría que te llevas.