La saga Wolfenstein es ya mítica dentro del vasto universo de los FPS. Algunos nombres ilustres del mundillo del entretenimiento electrónico le deben mucho a la franquicia de ID Software. Precursora de un género que cuenta con millones de seguidores en todo el mundo, de algún modo allanó el camino para que otros juegos hayan llegado a ser lo que son hoy día.
Es ahora, en plena eclosión de una nueva generación de consolas, cuando Wolfenstein renace de sus cenizas cual ave Fénix para deleitar a un público ávido de sangre fresca con la que alimentar a un par de máquinas muy necesitadas de novedosos títulos de calidad que satisfagan realmente a sus usuarios.
Wolfenstein: The New Order es el título escogido por los responsables de esta nueva entrega que llega también a PC, PlayStation 3 y Xbox 360 (además de a Xbox One y PlayStation 4, por supuesto) y la versión que analizamos es la de la nueva consola de sobremesa de Sony. ¿Merece la pena la versión de PS4? Sin más dilaciones, vamos a entrar ya en «harina» para desgranar este llamativo juego distribuido en nuestro país por Bethesda Softworks y desarrollado por la gente de Machinegames.
Distopía para todos
Como en los clásicos «What if…?» de Marvel, en Wolfenstein: The New Order el punto de partida está claro: ¿Y si los nazis hubiesen ganado la Segunda Guerra Mundial? Protagonizando esta espeluznante historia alternativa tenemos de nuevo al ranger B.J. Blazkowicz que deberá enfrentarse al horror de los comandos especiales del Tercer Reich y a sus maquiavélicos oficiales científicos, los cuales siembran el terror allá donde van con sus terroríficos experimentos.
El juego comienza en 1946, con nuestro protagonista (Blazko, de ahora en adelante) metido en faena en una batalla aérea contra con los alemanes de Hitler. Ya desde el primer momento queda patente que es un shooter que, sin descuidar la jugabilidad, se apoya mucho en lo narrativo. Y además de una manera muy eficaz, en la línea de juegos como Dishonored o Bioshock Infinite, por ejemplo, aunque (y luego hablaremos del aspecto jugable) superando ampliamente a éste último como FPS.
Tras un espectacular prólogo (bastante largo por cierto) nuestro héroe queda seriamente dañado, casi catatónico durante catorce años para despertar en 1960 y descubrir con ira y tristeza que los Estados Unidos se han rendido tras ser bombardeados y los nazis prácticamente dominan el mundo, gracias a su potente tecnología y sus increíbles avances en ciencia, algunos de ellos bastante macabros y otros sorprendentes como la llegada a la Luna. Un punto de arranque muy interesante que introduce al jugador en la dinámica del juego desde el minuto uno y le hace querer avanzar irremediablemente para averiguar el desenlace de todo esto.
La jugabilidad es sin duda uno de sus puntos fuertes. Como FPS, funciona a las mil maravillas. No tiene un control para novatos, eso es cierto. E incluso aquellos usuarios que estén muy acostumbrados a jugar únicamente a Call of Duty puede que lo encuentren algo tosco y les cueste hacerse con él. La virtud de «Wolfenstein: The New Order» es que intenta trasladar la jugabilidad de los FPS de antaño a la actualidad. Y en buena parte, lo consigue.
Tendremos que afinar nuestra puntería para acabar con los malditos nazis (cosa que haremos gustosos) y una vez le tomamos la medida al sistema de apuntado, nos encontraremos muy cómodos usando la inmensa variedad de armas que tenemos a nuestra disposición para ganar la contienda y vengarnos de los malditos bastardos que intentarán por todos los medios convertirnos en fiambre. Ametralladoras, pistolas, cuchillos, escopetas, granadas… No falta de nada en nuestro arsenal. Ni siquiera extraños artefactos de corte steampunk que usaremos, bien como armas, bien para abrirnos paso en algunos lugares.
A nivel técnico, nos encontramos con un juego que sorprende bastante por su estabilidad y una competente IA. Los gráficos son impactantes y posee buenas texturas, efectos lumínicos muy competentes, unos escenarios alucinantes llenos de detalles y un modelado facial bastante bueno. Además, el diseño de armas, vehículos y personajes está muy cuidado, logrando una experiencia muy satisfactoria para el jugador. La tecnología id Tech 5 se porta de maravilla y el resultado final es digno de mención.
No solo están bien diseñados los personajes a nivel gráfico, sino que se ha trabajado mucho (y bien) en dotarlos de carisma y una personalidad impactante. Calavera (un duro rival), Fergus (grandísimo), una letal y desquiciada Frau Engel, la dulce Anja o el propio Blazko son caracteres realmente interesantes. Es un juego crudo y violento, que incluye momentos realmente memorables y desgarradoras escenas que impactarán al jugador. Aquí no nos andamos con tonterías, hay que derrotar al enemigo, cueste lo que cueste. Con lo que tengamos. Así es la crudeza de la guerra.
El sigilo también es una parte importante, ya que podremos sorprender por la espalda a los enemigos y eliminarlos sin llamar la atención del restos de soldados que patrullan la zona a atravesar en ese momento. No quiero dejar de mencionar la parte de recolección de ítems que posee el juego que le da un plus al mismo y que nos empujará a registrar habitaciones y sótanos para encontrar notas, botiquines (ya que aquí no hay regeneración espontánea como tal), mejoras de salud, coleccionables y tesoros de todo tipo para nuestro personaje.
Otro punto a su favor es el impacto de la elección que tendremos que tomar al principio de la historia. Dicha decisión, dependiendo de si escogemos entre una u otra, nos brindará diferentes consecuencias en la historia. Para finalizar, si hablamos del sonido, Wolfenstein: The New Order también aprueba con nota. Pese que su banda sonora no destaca especialmente (salvó quizá en los momentos de tensión), el juego llega doblado íntegramente al castellano con las voces habituales del panorama actual, destacando sobremanera la actuación del actor que interpreta a Blazko. Los efectos de sonido rayan a un gran nivel y en este apartado tampoco defrauda.
CONCLUSIONES
La verdad es que nos ha gustado mucho este nuevo capítulo de Wolfenstein. Al contrario de lo que lo que ocurría en Bioshock Infinite, que usaba la excusa del first person shooter para narrar una historia, en Wolfenstein: The New Order tenemos la posibilidad de jugar a un gran FPS que además posee una historia muy atractiva, llena de misiones variadas y narrada de un modo estupendo.
Estamos ante una aventura dotada de una gran ambientación, llena de matices, con personajes perturbadores y muy bien construidos. Qué gran acierto ha sido centrarse en potenciar la parte narrativa y artística y dejar de lado un modo multijugador que realmente poco hubiese podido aportar a la trama. Mejor disfrutar de esta buena historia en solitario, para experiencias multijugador existen otros títulos. ¡Ah, y atentos a ese homenaje pixelado al clásico que incluye el juego! En definitiva, un formidable estreno de la franquicia en esta generación y un título muy recomendable. ¿Te atreves a unirte a la resistencia para derrotar a los nazis y acabar con su tecnología?