Últimamente, están llegando muy buenos juegos para PC. Demasiados. Casi no doy abasto y eso, aunque por un lado me fastidia enormemente como «videojugador» (porque lamentablemente el día sólo tiene 24 horas) por otro lado en realidad es algo que me encanta. Que haya servicios como Steam, Epic o Microsoft Windows (con su genial y exitoso Game Pass) que están en mejor forma que nunca, es algo que todos los aficionados a este gran hobby del ocio electrónico deberíamos celebrar y aplaudir. Y precisamente, uno de los últimos títulos que más he disfrutado recientemente en esta plataforma, está en este último servicio citado.

Me refiero a un estupendo título desarrollado por el estudio sueco Image & Form llamado ‘The Gunk‘. Disponible para PC Windows, Xbox One, Xbox Series X y Series S desde el pasado 16 de diciembre de 2021, estamos ante un juego de acción, aventuras y exploración tremendamente bonito y sumamente adictivo. La historia, nos pone en la piel de Rani, una chica que se dedica a buscar chatarra por distintos planetas con la ayuda de su compañera Becks y el robot CuRT. En unos de sus viajes, la nave se queda sin combustible y deciden aterrizar en un extraño planeta que está bastante cerca, con la esperanza de hallar algún tipo de energía para seguir su camino. Pero lo que encontrarán allí será una forma de vida inquietante a la que bautizan como «El Gunk» que está deteriorando el ecosistema de dicho planeta. Así, Rani decidirá ponerse manos a la obra y eliminar este extraño agente biocontaminante con la ayuda de su guante y otros artilugios.

Una vez que seamos capaces de eliminar esta tediosa forma de vida poco a poco, descubriremos cómo el planeta, antaño un vergel, es realmente el hogar de una raza alienígena a la que una ominosa figura llamada El Jardinero ha puesto casi al borde de la extinción al someterla a un proceso que los mantiene en animación suspendida para toda la eternidad. Para liberarlos, tendremos que explorar distintas zonas de este mundo, casi siempre moviéndonos por el mismo tipo de bioma (salvo un par de excepciones) y realizando tareas de limpieza de la zona. Al extraer el gunk con nuestro guante, la tierra sanará y el verdor volverá a surgir en el tramo que hayamos «arreglado» (por llamarlo de alguna manera) y ello también nos desvelará nuevos accesos, despejará los caminos y nos dará la posibilidad de obtener materiales para mejoras como metales, fibra o elementos orgánicos. Además, nuestra barra de salud se verá completada, del mismo modo que al exponernos mucho tiempo al gunk al final acabaremos muriendo y, por consiguiente, volver a empezar la partida en el último punto de guardado.

Su apartado gráfico ya directamente te atrapa casi antes de empezar a coger el mando. Todo es tan colorido y el modelado de personajes es tan entrañable que acaba entrando por los ojos. Los diseños de personajes están muy logrados y también sus características, cosa que la narrativa del juego sabe explotar bastante bien. Los entornos pueden pecar de repetitivos porque en este sentido no destaca por su variedad precisamente pero también es cierto que para lo que quieren contar es más que suficiente. Al ser juego cuya duración es de unas 6-8 horas aproximadamente, es normal que no haya muchos biomas diferentes. Las extrañas junglas con setas gigantes (que nos brindan buenos momentos de «plataformeo») las instalaciones tecnológicas, extrañas cuevas y algún que otro paraje desolado son, en esencia, los escenarios que visitaremos en esta aventura.

La banda sonora, melancólica por momentos y con mucho protagonismo de instrumentos de cuerva, ambienta perfectamente el deambular y la exploración de nuestro personajes. Esto, sumado a buenos efectos de sonido, tiene como resultado que el juego aprueba también con nota en este apartado. Si The Gunk cumple más o menos con buena nota en lo que a gráficos, jugabilidad y sonido se refiere, ¿Cuál sería su mayor hándicap? Pues en mi opinión es que, a nivel técnico, es un juego que se ralentiza en varios tramos del mismo, pantallas de carga incluida (lo cual es ciertamente desesperante). También hay momentos en los que una especie de lag al manejar al personaje hace acto de aparición, aunque hay que indicar que esto no llega a ser demasiado molesto, realmente.

Puede que no sea el juego que más destaque en todos y cada uno de sus apartados o el que más innove en sus mecánicas pero es que, aparte de que lo que hace lo hace realmente bien, es que hay ideas en lo jugable que, aunque hemos visto ya en multitud de títulos, aquí están muy bien combinadas e implementadas. The Gunk es un título single-player de esos que es raro que no gusten a los fans de los de juegos de aventuras en tercera persona porque, además de lucir francamente bien y de estar bien realizado en todos los aspectos, tiene algunas ideas muy interesantes y, por qué no decirlo, varios detallitos bastante originales.

Por todo esto, y porque tiene muchas más cosas positivas que negativas, tengo que recomendar a todas luces este The Gunk que, en mi caso personal, me ha devuelto algunas buenas sensaciones que a veces parecen perderse entre las propuestas actuales. Encima, nos deja algunas cosas que, si bien podrían pasar de soslayo para muchos, siempre es importante que estén presentes en la narrativa de cualquier medio, como el valor de la amistad o la importancia de proteger el medio ambiente.

Así que chapó para los chicos de Image & Form y Thunderful Publishing por dejarnos un juego, en líneas generales, tan satisfactorio como este, no exento, eso sí, de varios problemillas técnicos, como ya he comentado. Por fortuna, el juego no hace uso de requerimientos técnicos muy exigentes y no es necesario tener un PC de alta gama para poder disfrutarlo. Ya sabes, agarra tu guantes, tus botas, tu máscara con filtro de aire, tu protección de kevlar y unas cuantas mejoras y lánzate a la aventura. Nunca restaurar la fauna y flora de un planeta y de paso salvar a una civilización alienígena mientras exploras y logras tus metas, fue tan divertido.