Daniel Warren Johnson se ha convertido en el autor de moda del cómic americano en los últimos años. Y lo ha hecho por méritos propios, gracias a obras geniales como Murder Falcon, Wonder Woman: Tierra Muerta, La Flota Fantasma o la obra que nos ocupa hoy: Extremity. Publicado en nuestro país por Planeta en 2019 y más recientemente por ECC Ediciones, esta serie limitada de doce números vio la luz en USA en 2017 a través del sello Skybound de Image Comics y, como tantas y tantas obras de esta editorial no estaba exenta de calidad. Al contrario, no es exagerado decir que estamos ante uno de los cómics de aventuras, acción y fantasía más interesantes de los últimos tiempos. Un tebeo que alberga en su interior muchos elementos y que nos narra una odisea llena de épica y momentos espectaculares.

Una epopeya en viñetas en la cual la guerra, la venganza y otros temas como la pérdida de un ser querido están presentes desde el primer momento. La historia, desarrollada en un mundo futuro en el que la Ciencia Ficción y la Alta Fantasía se entremezclan, nos cuenta el conflicto entre dos clanes rivales que se odian a muerte: los Roto y los Paznani. Aunque estamos ante una obra llena de personajes interesantes, tenemos que comenzar hablando de la protagonista de la historia, una chica con grandes aptitudes artísticas llamada Thea. Esta joven, hija del despiadado e imponente Jerome (el abba* de la facción Roto) tuvo que ver cómo su vida cambió drásticamente durante la guerra porque, aparte de perder a su madre, le arrebataron la posibilidad de hacer lo que más amaba en el mundo: dibujar**. Unos soldados Paznani le cercenaron la mano derecha y desde entonces intenta seguir luchando y no perder la esperanza. También tenemos a Rollo, el hermano pequeño de Thea, otro personaje importante de esta historia y que ya desde el principio vemos que es diametralmente opuesto a ella en cuanto a personalidad.

La trama principal, gracias a una serie de ideas bien hilvanadas por el autor, te atrapa casi de inmediato. Dicha trama, arranca con una Thea taciturna y algo triste por la pérdida y por no poder expresarse mediante el dibujo. Mientras, Rollo ha encontrado en una isla un libro con unos extraños símbolos que quiere descifrar. Pero no hay tiempo para la paz en este mundo, porque Jerome, decidido a arrasar con todos sus enemigos, manda a Thea a una misión de infiltración y eliminación en un importante castillo de los Paznani, donde gobierna el despreciable Lord Asmund.

A partir de ahí, una serie de acontecimientos cambiarán el curso de esta contienda y, sobre todo, las relaciones entre los personajes. Así, la sed de venganza y el descubrimiento de nuevas tecnologías y de corrientes de pensamiento, harán que los cimientos de todo lo que ambos hermanos han conocido hasta ahora se tambaleen. Lo primero que hay que señalar es que la historia no es el típico relato de buenos contra malos. Aquí hay muchos matices y escalas de grises. Las acciones de unos y otros bandos van a forjar el futuro de este mundo y van a provocar que tanto los protagonistas como otros personajes secundarios se cuestionen cosas.

En lo que al apartado gráfico se refiere, verdaderamente estamos ante un cómic superlativo. Daniel Warren Johnson no solo está excelso en la narrativa secuencial, sino que el diseño de personajes, naves, armas y escenarios es absolutamente espectacular. Con su particular y reconocible estilo, con el cual nos atrapó ya desde la publicación de ese webcómic genial llamado Space Mullet, nos ha ido dejando muestras de su enorme potencial para el medio, algo que ya, después de una cuantas obras de éxito, ha quedado sobradamente probado. Las escenas de acción, están brillantemente resueltas y, como es habitual en él, no faltan sus características onomatopeyas. A todo este impresionante despliegue de talento para realizar cómics, hay que unir la magnífica labor aquí (una vez más) al color de Mike Spicer, su hombre de confianza para esta parte tan importante en un tebeo.

«Daniel Warren Johnson se luce de nuevo en esta atractiva y emocionante obra…»

CONCLUSIONES

Puede que Daniel Warren Johnson no sea uno de los mejores guionistas del mundo pero se defiende bastante bien en estas lides y como autor completo es capaz de sacar adelante historias realmente interesantes y bien construidas. Lo que sí podemos afirmar con total seguridad en estos momentos, es que estamos ya ante uno de los grandes nombres del mundo del cómic USA. El hombre del momento, como se suele decir. Todo lo que lleva su firma, se vende como rosquillas y llama la atención de no pocos fanáticos del noveno arte. Y las editoriales se han percatado de ello. Pero, sobre todo, es un dibujante de cómics como la copa de un pino. Y aquí lo vuelve a demostrar, además de dejarnos una historia que está bastante bien narrada y es muy atractiva en todos sus apartados, brillando más (obviamente) en lo visual. The Extremity es una de esas obras que lo tienen todo para triunfar.

Quizá, con el paso del tiempo (más tarde o más temprano) muchos (incluso sus detractores) lleguen a considerarla en muy alta estima, al nivel de los grandes nombres del medio. Y, quizá, no pocos serán los que comenten o escriban cosas sobre DWJ como: – «Hombre, es que yo ya era fan suyo desde el primer día». Porque estamos, sencillamente, ante uno de los mejores trabajos de su carrera. Sea como fuere, el talento de este artista norteamericano parece no tener techo y una de sus fortalezas como autor es que siempre cumple, ya sea en las majors como Marvel y DC Comics o en publicaciones independientes. Y la odisea de los singulares personajes de esta extraordinaria obra no es una excepción.

* Significa "Líder de una facción".
** Como anécdota, señalar que el autor plasmó en este personaje uno de sus mayores miedos, perder la mano con la que se gana la vida.