Encontrar libros actuales sobre Heavy Metal que realmente aporten algo interesante a la literatura (sea del tipo que sea, podemos meter incluso en el saco a los medios digitales especializados) ya existente, es muy complicado. La mayoría de las veces, siendo sincero, sueles topar con tratados infumables llenos de fechas interminables y con hitos relevantes en ocasiones o muy absurdos en otras. La otra opción es un mamotreto con poco texto pero cientos de fotografías del gurú del octavo arte de turno que convivió seis semanas con tal o cual banda y dejó un importantísimo documento gráfico para la posteridad. Bien, pues ya era hora de que un auténtico fan del Metal nos brindase el libro que todos hemos querido leer (e incluso escribir) alguna vez. Y una vez terminado puedo decir que el británico Andrew O’ Neill ha logrado su objetivo con creces.

He de reconocer que hasta que el libro cayó en mis manos, desconocía la existencia de este tipo, fanático del Metal de los noventa y humorista de profesión. Pero es que cuando ves que escritores como Alan Moore o Neil Gaiman, recomiendan esta obra, ignorarla sería una locura, ¿verdad? Con semejantes padrinos, ¿quién podría resistirse a echarle un vistazo? Cuando dos maestros de la literatura hablan tan bien de él, por algo será. Y la verdad es que el libro no puede ser más entretenido. Sin ser para nada pretencioso, pero manejando información, anécdotas y vivencias personales del autor, este libro es todo lo que un amante del Heavy Metal necesita para disfrutar de uno estupendo rato de lectura.

«Músico, humorista, cómico, escritor… Todo un personaje…»

Cierto es que yo discrepo bastante con el autor en algunas de sus opiniones (sobre todo en lo que a comparativas de grupos se refiere o cuando le quita méritos sin razón ninguna a pesos pesados de la música) y, como aspecto negativo, dedica más tiempo (y páginas) de lo que quizá debería a determinadas bandas que se ve le marcaron de joven. Pero tampoco estamos ante un «ensayo como tal» (si se me permite la expresión) de modo que no se lo tengo muy en cuenta (eso sí, diga lo que diga, Megadeth molan mucho más que Metallica. Que conste). Hay algunas cosas en las que tiene mucha razón cuando habla de subgéneros o etiquetas y acierta (casi siempre) al referirse a grupos míticos que no son Heavy Metal y a menudo se les mete en el mismo saco. También se ceba especialmente con determinadas bandas pero yo, al igual que él, soy un tipo con bastante sentido del humor así que me lo he pasado bastante bien leyéndolo.

En resumidas cuentas, no estamos ante un libro que pretede sentar catédra. El autor, simplemente quiere divulgar la música que ama siempre en clave de humor (es monologuista de profesión y se nota). O’ Neill, aporta conocimiento de manera amena y fluida y, por si fuera poco, deja datos concretos e información interesante sobre la cultura del Heavy Metal al tiempo que aprovecha para hacer chistes (las frases que deja a pie de página son impagables). Una lectura que al tiempo que enseña al neófito melenudo, entretiene mucho al veterano curtido en mil lides metaleras, que es lo realmente complicado. Si hubiese hecho un ladrillo infumable con una ristra interminable de datos que ya conozco (o peor aún, que ni siquiera me importan), el libro se habría quedado en la tienda, de verdad. Afortunadamente, no ha sido así. Muy recomendable.