«And the days keeps on worryin’ me
There’s a hellhound on my trail, hellhound on my trail
Hellhound on my trail» (Robert Johnson, 1937)
Uno de los guionistas más imaginativos de los últimos tiempos es sin duda el checo Ales Kot. Sus obras tienen un halo de locura maravillosa difícil de clasificar (de ahí que algunos recurran inevitablemente a odiosas comparaciones con otros autores también innovadores y de gran talento). Tanto en sus trabajos para independientes como en sus encargos para editoriales más enfocadas al «pijameo» más tradicional, este polifacético artista (muy influenciado por otros medios como el cine y la televisión) siempre da muestras de su genialidad (no apta para todo tipo de lectores, también hay que decirlo) y además a menudo suele recurrir a temas complejos y polémicos o a esos que directamente suelen levantar ampollas en determinados sectores. En el caso concreto de ‘Wolf‘, de la editorial norteamericana Image Comics, los amantes del thriller sobrenatural están de enhorabuena, ya que también da muestras de su bien al internarse en mundos oscuros llenos de criaturas viles pero sin dejar de lado en ningún momento su particular manera de escribir historias.
Aquí se nos narra la historia del detective privado Antoine Wolfe, que no es la de un detective cualquiera, precisamente. Wolf (que es como todo el mundo le llama) es un investigador privado y ex-soldado afroamericano inmortal que investiga sucesos relacionados con lo paranormal. Ahí es nada. De hecho, nada más empezar la obra, vemos como se recupera de un intento de asesinato cuando una figura misteriosa intenta quemarlo vivo. Lógicamente, nuestro protagonista se recompone rápido y se dispone a intentar averiguar que está pasando en la ciudad, ya que la actividad paranormal está creciendo peligrosamente a un ritmo alarmante en las últimas semanas. Ahí es cuando hace su aparición otro interesante y misterioso personaje: una niña pequeña con pinta angelical llamada Anita Christ.
Hay que señalar que en este universo planteado por Kot, lo sobrenatural está a la orden del día. Vampiros, fantasmas, súcubos, hombres-lobos y otras criaturas deambulan a sus anchas por la ciudad, en una obra en la que lo fantástico y lo costumbrista se dan la mano para conformar una de las historias detectivescas más interesantes de los últimos tiempos dentro del cómic independiente. En «Wolf» aparecen toda una suerte de personajes variopintos (a cada cual más excéntrico y peculiar) que resaltan aún más la idea del guionista de representar tramas y escenarios propios de un serial de suspense y misterio en una decadente ciudad de Los Ángeles (en California) en la cual cobran vida seres míticos y/o de leyenda, mezclando lo urbano con lo sobrenatural.
Sin ir más lejos, tenemos a Freddie, uno de los mejores amigos de Wolf, una extraña criatura con aspecto de ser «lovecraftiano» (incluso se insinúa que podría ser hijo de un conocido semidiós) adicto al café y ex-trabajador del mundo del porno. Un personaje caricaturesco que en todo momento parece incapaz de valerse por sí mismo. De hecho, por momentos es hasta ridículo. Pero ayudará a nuestro protagonista a hacerse cargo de Anita, una chica adolescente con extrañas habilidades (como, por ejemplo, ver a los difuntos y comunicarse con ellos) la cual podría ser la clave para salvar el mundo del apocalipsis que se avecina. En medio de todo esto, Wolf tendrá que ver como su pasado regresa para atormentarle (sobre todo, en la figura de cierto personaje de su etapa como soldado en Irak) y, al mismo tiempo, resolver una serie de asesinatos.
El dibujo de Matt Taylor es excepcional. Su estilo, de corte independiente y con una solvente narrativa gráfica, viene como anillo al dedo a la obra. La labor del siempre efectivo Lee Loughridge es fundamental para el estupendo resultado final, ya que el colorista norteamericano (responsable del color en Clase Letal, Southern Cross y otros trabajos) está magistral aquí y potencia aún más el apartado artístico. Sin duda, uno de los puntos fuertes del cómic y que merece la pena resaltar, ya que a menudo los coloristas son los grandes olvidados de esta industria.

Estamos ante otra genialidad que se saca de la chistera el talentoso Ales Kot que, si bien en esta ocasión no firma una obra maestra, sí que demuestra una vez más que un futuro cercano quizá estemos hablando de él como una de las grandes estrellas del medio (siempre y cuando sea capaz de mantener el nivel y ser constante). Curiosamente, y a pesar de lo expuesto, todavía hay quien se empeña en no ver las grandes cualidades de este guionista que deslumbró en obras independientes como ‘Zero», ‘El Cambio’, ‘Niños Salvajes’ y realizó buenas etapas en Marvel Comics con su peculiar estilo en cosas como ‘Vengadores Secretos‘ junto al genial dibujante Michael Walsh o en trabajos más convencionales como ‘Dead Drop’ (Valiant) con Adam Gorham ahora vuelve a dejarnos una gran obra con detalles interesantes. En este tomo editado por ECC Ediciones, se recogen los números 1 a 4 USA de ‘Wolf: Blood and Magic’ (es decir, el primer volumen de la serie) y, pese a ciertas cositas que al final hacen que no sea una obra del todo redonda, sigue siendo un cómic muy recomendable y en esencia supone un paso más dentro de la prometedora carrera de este autor dentro del noveno arte. ¿Estamos ante el nuevo Grant Morrison? Lo cierto es que ya lleva varios trabajos de gran nivel en los que, de una manera u otra, podemos hallar algunos paralelismos con el genio de Glasgow pero dicha afirmación parece (a día de hoy, al menos) demasiado osada. Sólo el tiempo dirá hasta donde es capaz de llegar este brillante autor.