Con el fin de la guerra, algunos de los héroes de los años cuarenta intentan sobrevivir como pueden en una nueva sociedad que les teme y cree no necesitarles. Todo cambia cuando las fuerzas del mal resurgen de nuevo... ¿Podrán los héroes olvidados salvar al mundo una última vez?

Estupenda miniserie de 4 números de DC Comics que vio la luz en 1993 con guion de James Robinson (Wild C.A.T.S., Starman), dibujos de Paul Smith (La Patrulla-X: Las Guerras Asgardianas, Doctor Extraño) y color de Richard Ory. La edición de Planeta-De-Agostini publicada en 2006contiene además un extenso e interesantísimo artículo sobre la obra firmado por el mismísimo Howard Chaykin con información sobre el proceso de creación del cómic y otras suculentas anécdotas del mundillo.

Perteneciente al sello «Elseworlds», mediante un guion sólido y una narrativa firme (apoyada en la dosis que libertad que supone el poder escribir sobre estos personajes en él) , esta obra recopilada en nuestro país en un tomo formato rústica de 192 páginas nos presenta un mundo en el cual los superhéroes no participaron en la Segunda Guerra Mundial, debido a que un metahumano nazi llamado Parsifal anulaba los superpoderes de estos. Así, se limitaron a luchar contra maleantes y criminales en territorio norteamericano mientras los soldados del ejercito combatían a los malos de verdad en el frente.

Tras el fin del conflicto bélico, únicamente el aventurero llamado Ted Thompson (Mr. América) regresa a su patria como idólo nacional tras matar al mismísimo Hitler y sus acólitos, y logrando así convertirse en senador de los EE.UU. y futuro candidato a la presidencia tras hacerse tremendamente popular. Mientras tanto, el resto de humanos con habilidades especiales cae en desgracia para la sociedad estadounidense y muchos, relegados al más profundo de los ostracismos, abandonan sus trajes e identidades para vivir una vida normal, anodina y llena de sin sabores.

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Pronto descubriremos que entre los planes de Thompson está el crear mediante ingeniería genética un nuevo «superhombre americano» denominado «Dynaman» (poseedor de grandes e increíbles poderes al servicio de la nación) y que los héroes que quedan en servicio activo juren fidelidad a la bandera norteamericana. Con un discurso bastante populista, Thompson se mete a la sociedad americana en el bolsillo y algunos de los héroes y sus parejas y amigos, comenzarán a dudar acerca de las intenciones de este.

Así, los autores nos muestran la caída y auge de los conocidos personajes de la Edad de Oro y sus problemas con el alcohol y otras adicciones, las infidelidades, los malos tratos, el miedo al fracaso e incluso la locura. Una obra que trata el tema de los superhéroes de manera adulta (el planteamiento es muy interesante y parte de un premisa muy interesante). En cierto modo, podría decirse que es adelantada a su tiempo en algunos aspectos ya que ha servido de inspiración para cómics posteriores y algunos autores de algún modo se han visto influenciados por la propuesta de Robinson.

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Pero la realidad es que Thompson no es quien dice ser y pronto se revelará que su verdadera identidad y su maquiavélico plan para conquistar el mundo. Todo lo hará de cara a la galería, por supuesto, engañando a aliados y enemigos y ocultando su terrible secreto para intentar conseguir sus oscuros fines. Su malvado plan incluye el alzamiento del «superdios» con ideales fascistas que ha creado pero, en un momento concreto, héroes como Hourman, Starman, Atom, Johnny Quick y Linterna Verde, entre otros, descubrirán su secreto y unirán fuerzas para detenerle. Así, los héroes caídos que el mundo ya no necesitaba por culpa de esa paz impostada tendrán que alzarse una última vez en su última pelea a muerte para intentar detener el alzamiento del mal en la Tierra. Pero, ¿Cuál será el precio que tendrán que pagar por ello?

El dibujante Paul Smith, de estilo clásico, con un trazo sobrio y limpio, está realmente impecable aquí; mucho mejor que cuando dibujó a los mutantes de la Marvel, en mi opinión. El color de Ory también ayuda a proporcionar empaque a la obra, claro. Pero lo cierto es que estamos ante un cómic que ha resistido bastante bien el paso del tiempo y que vuelve a retratar a todos aquellos que decían (o dicen) que en los años noventa todo fue un desastre en lo que a «pijameo» se refiere. Es una obra formidable que todo fan de los cómics de superhéroes debe tener en su colección (sea deceíta o no) puesto que la calidad de la misma está fuera de toda duda. Imprescindible.