Lunella Lafayette es una pequeña genio adolescente. Su mejor amigo es un gigantesco dinosaurio de color rojo y ojos llameantes. Juntos lucharán como auténticos héroes para intentar cambiar las cosas...

En los últimos tiempos hemos visto como La casa De Las Ideas ha apostado fuerte por personajes jóvenes, de diferentes etnias, con personalidades y vivencias acordes a estos tiempos donde las redes sociales y los smartphones están presentes en nuestras vidas a tiempo completo. Este hecho, sumado al cambio de sexo o raza de iconos como Hulk o Iron Man, para cierto tipo de lectores ha sido considerado poco menos que sacrilegio y algo totalmente inadmisible aunque, a la vez, es sinónimo de alegría para otros cada vez que se publica un cómic de las mencionadas características.

Por suerte, este mes Panini Comics edita ahora en formato ‘Colección 100% Marvel HC’ (un formato realmente estupendo, en mi opinión) los seis primeros números de ‘Moon Girl y Dinosaurio Diabólico’, cómic del cual voy a hablaros con detalle a continuación y sobre el que, para empezar, me atrevería a decir que es uno de los imprescindibles de noviembre en el catálogo de la editorial. Un tomo en tapa dura que debería poner de acuerdo a ambos bandos de lectores enfrentados porque, se mire como se mire, su lectura acaba siendo una auténtica gozada.

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Una vez situados en contexto, tenemos que mirar nuevamente al pasado para dar forma al futuro. Y nombrar a uno de los hombres que lo dio todo al dibujo a lo largo de su vida y que, junto a ilustres nombres como los de Stan Lee, Steve Ditko y otros, hizo grande a Marvel. Obviamente, estoy hablando del rey Jack Kirby. El rey, como se le conoce también, además de dejar su impronta también en La Distinguida Competencia con obras magistrales entre las que figuran el «El Cuarto Mundo» y «Omac», deleitó al personal marvelita con otra de sus geniales locuras: El Chico Luna y el Dinosaurio Diabólico. En esta serie de 1978 (que no llegó a ser demasiado longeva, por cierto) se nos presentaba a un «niño prehistórico» (Moon Boy) de un mundo alternativo que acompañado, de un T-Rex de color rojizo (una apariencia debida a unas quemaduras sufridas cuando era pequeño) vivía increíbles aventuras. En la Marvel actual es la genial Lunella Lafayette la que recoge el testigo de su predecesor y se convierte en amiga inseparable de este singular dinosaurio de aspecto fiero pero con buen fondo.

Pero, ¿cómo ha llegado la pequeña Lunella a entablar amistad con una criatura de un mundo prehistórico alternativo? Es más, ¿cómo ha acabado el gigantesco lagarto en la Tierra Primordial de Marvel? Pues eso es lo que nos cuentan los guionistas Amy Reeder y Brandon Montclaire de una manera brillante en los primeros seis números que conforman el tomo de reciente edición en nuestro país. Para empezar, hay que hablar de la protagonista, todo un acierto como personaje. Una niña pequeña de color que es una superdotada, con una inteligencia prodigiosa que la lleva a construir todo tipo de artefactos que la ayuden en su particular cruzada: evitar que, si las nieblas terrígenas la alcanzas la transformen en un «bicho raro». Lo curioso es que en su colegio, ella ya es tratada como tal por sus compañeros. Al ser tan nerd e intelectualmente superior a los niños de su edad, se refugia siempre en su mundo. De ahí que los otros niños la llamen «Moon Girl» (algo así como «lunática» si lo traducimos al castellano). Es un personaje maravilloso, con una gran personalidad. Tanto, que es imposible no encariñarse con ella desde las primeras páginas del cómic.

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La historia nos cuenta como Lunella (una Reed Richards en potencia) ha descubierto con sus investigaciones que en su ADN hay indicios de que es una inhumana y no está dispuesta bajo ningún concepto a que ese poder latente arruine su vida (¿no es adorable?). Para ello, lo primero que ha hecho es construir un rastreador de tecnología Kree que le ayudará a encontrar un objeto de esta raza alienígena con forma de orbe que es vital para su plan. Al mismo tiempo, se nos narra como en el mundo de Chico Luna y Dinosaurio Diabólico, algo está a punto de cambiarlo todo. Una desafortunada situación, obliga a Dinosaurio Diabólico a viajar a nuestro mundo… Pero no lo hace sólo. Unos cuantos miembros de otro clan prehistórico (los cuales son tan pendencieros como divertidos) también acaban en esta realidad y poco a poco se verán obligados a adaptarse y luchar por salirse con la suya. Aunque eso signifique derrotar al Dinosaurio Diabólico y a Lunella. Pero, ¿qué ha sido de Chico Luna? Tendréis que averiguar vosotros mismo cual ha sido el destino de este entrañable personaje considerado casi de culto por algunos.

La trama de este primer arco argumental tiene un ritmo excelente, que hace que no te aburras en ningún momento. Además, la dibujante española Natacha Bustos (Caniculadas) está inconmensurable al dibujo. Su trazo, moderno y efectivo es el complemento perfecto para los guiones de Reeder y Montclaire. Con un estilo tan llamativo como el de Bustos, (apoyado en el color por el magnífico trabajo de Tamra Bonvillain) indudablemente el cómic gana muchísimo a nivel visual. Y, además, su narrativa gráfica raya a gran nivel. Con lo cual, huelga decir que el arte es uno de los puntos fuertes de este tomo que sorprenderá a más de uno. Un título que va a gustar tanto a aquellos lectores que aman el estilo del cómic independiente que estamos viendo últimamente en Marvel como a los veteranos aficionados a los tebeos clásicos de La Casa de las Ideas, ya que las referencias a características legendarias del UM (como las famosas Partículas Pym, la mítica banda de la calle Yancy o el propio Hulk) están presentes a lo largo de estos seis números que son realmente divertidos, sobre todo las partes centradas en la relación entre Lunella y su nuevo y gargantuesco compañero de aspecto terrible.

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Hay que señalar que en Secret Wars (2015) ya tuvimos una pequeña ración del potencial del Dinosaurio Diabólico (en esta ocasión, como leal mascota de un Steve Rogers alternativo) pero es estupendo tenerlo de nuevo en una colección como Odín manda. Por otro lado, queda claro de nuevo que las féminas tienen el control en esta nueva y diferente Marvel, en la que personajes como la Capitana Marvel (Carol Danvers) han salido muy reforzados. Gracias a obras como Ms. Marvel o la Spider-Woman de Javier Rodríguez hemos podido disfrutar de nuevos aires en el Universo Marvel en lo que a colecciones se refiere. Pese a todo, las ventas USA de A-Force (Fuerza-V en nuestro país) no acompañan y parece que su continuidad corre serio peligro. Además, salvo honrosas excepciones con forma de nueva propuesta (caso de la divertida Gwenpool, sin ir más lejos) personajes como, por ejemplo, La Chica Ardilla, no han acabado de cuajar del todo y los primeros números USA de la reinterpretación de Patsy Walker, A.K.A. Hellcat! por el momento tampoco han convencido a algunos lectores.

En cualquier caso, una estupenda noticia que el Dinosaurio Diabólico del maestro Kirby esté de vuelta y realmente no podía haber encontrado a mejor partenaire que la pequeña y sabionda Lunella para esta nueva andadura. Contando los días me hallo para, tras ese inmenso cliffhanger final del sexto número, ver cómo sigue la serie y así seguir disfrutando de las aventuras de ambos, sinceramente. Para terminar, si eres de los que aún no se ha acercado a esta nueva delicia comiquera simplemente porque piensas que «no es para ti», hazte un favor a ti mismo y guarda en un cajón todos aquellos posibles prejuicios que pudieran aparecer porque, la verdad, no me gustaría que te perdieses uno de los cómics del año en Marvel.