Esta etapa de la serie del trepamuros llega con novedades muy interesantes y también situaciones que algunos fans van a amar y odiar por parte iguales. El primer número del volumen cuatro de The Amazing Spider-Man nos presenta a un Peter Parker algo diferente a lo habitual, pese a que de algún modo continúa la línea iniciada por el señor Dan Slott en anteriores momentos del personaje.
Aparte del señor Slott en el guion que, como digo continúa a los mandos de la nave arácnida, en el dibujo tenemos al artista italiano Giuseppe Camuncoli que realiza un trabajo espectacular, apoyado por un gran trabajo en el entintado de Cam Smith. La portada de este primer número del cual vamos a hablar un poco (sin desvelar nada de la trama, tranquilos) corre por cuenta del siempre llamativo Alex Ross.
«Un gran poder conlleva un Spider-Man global»
Lo que podemos ver en este primer número es que Peter Parker se torna más protagonista que su alter ego con traje de spandex, ya que nos hallamos ante un Parker totalmente volcado en su faceta como CEO de Parker Industries pero sin dejar del todo de lado su responsabilidad como superhéroe.
Ahora no se dedica a balancearse por Nueva York desfaciendo entuertos, sino que intenta ayudar a nivel mundial, desarrollando productos y servicios para mejorar la vida de todos los países del mundo. Obviamente, también le vende parte de su tecnología a S.H.I.E.L.D., siendo la agente especial Bobbi Morse (Mockingbird, aquí conocida como «Pájaro Burlón») su principal enlace con esta importante organización.
Eso no quita que Spider-Man siga luchando contra el crimen. De hecho, el cómic empieza con una espectacular escena de acción en las calles de Shangai en la que intervienen Spider-Man y la agente Morse (con el «Spider-Car») y un miembro de El Zodíaco pero Slott quiere además destacar que Parker ahora tiene más ayudantes en su nueva cruzada; entre los que destacan Hobie Brown, Phillip Chang y, como no, la señorita Chao.
Está claro que el automóvil de Spider-Man es una de las cosas que más va a alucinar a los lectores más novatos (no así a los más veteranos del lugar) pero lo que está por ver es como acogerán determinados fans de toda la vida ciertos cambios en la manera de actuar del personaje, ya que es una de las «vacas sagradas» de Marvel y hay que tener siempre mucho cuidado con el tratamiento que se le da.
También llama la atención que, aunque nos encontramos a un Peter Parker más maduro y concienciado con algunas causas concretas, el sentido del humor sigue estando presente y algunos momentos son realmente divertidos tanto por los gags dibujados como por los hilarantes diálogos que se marca el amigo Slott. Pero eh, podéis estar tranquilos: Spider-Man sigue siendo Spider-Man, ya sea en Shanghai, Londres o viviendo aventuras en la ventosa ciudad de San Francisco. Ah, y casi se me olvida: Habemus cliff-hanger marca de la casa al final con un personaje muy importante en la vida de nuestro héroe. Ahí lo dejo.
Como de Dan Slott ya he hablado bastante, quiero destacar que el dibujo de Camuncoli le viene que ni pintado al trepamuros y el italiano está a un grandísimo nivel en cada una de las páginas de este primer número. En cuanto a la historia, puede que veas determinadas cosas que a priori no esperas de este personaje (y que incluso puedan llegar a «chirriar» a algunos) pero si te mola Spidey, te mola con todas las consecuencias. Lo interesante será saber por donde van a ir los tiros en la relación con Morales y dónde encaja «el otro Spider-Man» en la nueva vida de Parker. Sólo el tiempo dirá si estaremos ante una gran etapa del personaje o no, pero de entrada si logran mantener este equipo creativo durante mucho tiempo y no se dejan llevar mucho por lo que pase en el universo cinematográfico, puede que salga algo importante de aquí.
Tenía mis dudas pero creo que puede molar bastante, me haré con él 😉
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