Desde que recibimos la llegada de Mortal Kombart vs. DC Universe (un experimento que fusionaba los dos universos y que pese a no ser un mal juego no contenía la esencia de la popular saga de lucha) los responsables del juego, capitaneados por Ed Boon, confesaban el estar trabajando en una nueva entrega de la franquicia que realmente recuperase esa esencia de la que adolecían anteriores entregas como la mencionada anteriormente. Este Mortal Kombat (también conocido como MK9) está publicado bajo el sello Warner Bros. Interactive y significa el grandioso retorno a la saga de la seña de identidad que la hizo tan popular: La violencia y la sangre.

Mortal Kombat vuelve y lo hace por la puerta grande, como deben hacerlo los mitos. Uno de uno de los clásicos inmortales de la historia de los fighting games regresa con toda la fuerza y crudeza que lo han caracterizado desde sus inicios, cuando de la mano de Midway vio la luz allá por los años noventa en los salones recreativos de todo el planeta.

¿Como afrontar el análisis de este Mortal Kombat? Bien, para empezar os diré que es un grandísimo juego lucha. Uno de los mejores de este año. Pero como tal, no puede compararse a esa bestia llamada Street Fighter IV. Mortal Kombat es otro estilo. Su punto fuerte no está en los intrincados combos (aunque también son importantes), está en la relativa sencillez de su manejo, en aprender la estrategia de saber cubrirse a tiempo y, sobre todo, la diversión que proporciona descuartizar, desmembrar, aplastar o destrozar a tu oponente de mil maneras distintas, a cada cual más sangrienta. Eso es Mortal Kombat. Esa es su esencia y eso es lo que ofrece este título. Y lo hace de una manera soberbia, aprovechando las virtudes de las plataformas de esta generación. Además, uno de los mayores aciertos de este Mortal Kombat es sin duda su modo historia. Pocas veces tenemos la oportunidad de contemplar un modo historia tan completo en un juego de este género como el que nos brinda esta nueva entrega de la saga que llega de la mano de NetherRealm Studios.

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Vamos a hablar un poco de la historia. El juego recoge la senda marcada por títulos como ‘Armaggedon’, y reiventa algunos conceptos de la saga. Es una mezcla bastante acertada de varias historias clásicas, sobre todo del primer Mortal Kombat y MKII creando así una trama que hará las delicias de aquellos fans clásicos que conozcan la historia de la franquicia. Raiden, el dios del Trueno, envía un mensaje a su «yo del pasado» a través de su medallón mágico para avisarse a sí mismo que debe cambiar el curso de la historia para evitar que Shao Kahn, el emperador de Outworld, se haga con el control de la Tierra. Dicho así, puede sonar complicado pero el hecho es que la historia está narrada de una manera magistral a través de capítulos protagonizados por varios de los personajes del juego. Así, ahondaremos de nuevo en la rivalidad eterna entre Scorpion y Subzero o la trágica historia de la princesa Kitana, que acoge con recelo cada una de las decisiones que toma su padre. Lo dicho, un modo historia simplemente brillante.

Hablando ya del apartado gráfico, hay que resaltar que sigue siendo un juego de lucha en 2D pero con un entorno gráfico en 2’5 D, lo cual hace que gane muchísimo en profundidad. El modelado de los personajes es excelente, de una gran calidad gráfica que además va acompañado de unas animaciones de los personajes realmente logradas. Los efectos de armas como la red de energía de Cyrax o la patada de energía de Johnny Cage (por citar algunos) son realmente buenos. A nivel técnico, el juego es francamente excepcional. Sobre todo, hay que destacar la enorme calidad del diseño artístico. Hay que resaltar también que detalles como el deterioro físico de los personajes a medida que van sufriendo los golpes de su oponente, están realmente bien conseguidos. Poco o nada negativo hay que criticar al juego en este aspecto.

Los escenarios son absolutamente espectaculares. Profundos, recreados con gran pulcritud y llenos de detalles sorprendentes, como el de la arena de combate. Hay que resaltar especialmente los de temática urbana como el escenario del metro o el la gran urbe metropolitana en llamas. También son bastante impactantes algunos como el escenario del puente del mundo exterior (donde observamos al fondo una pelea entre dos luchadores que tiene lugar al mismo tiempo que la nuestra) y el del bosque milenario, con unos terroríficos árboles vivientes y guerreros caídos. Son tan sólo algunos ejemplos de lo bien que luce el juego en este aspecto pues la mayoría de los escenarios del juego llaman bastante la atención. Todo en esta nueva entrega está lleno de guiños a anteriores juegos de la franquicia. Y aunque está dotado de un gran colorido, en muchos aspectos sigue conservando esa estética oscura que tanto gusta a los fans de la misma.

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En lo referente al sonido, el juego posee cuidadas melodías que ambientan a la perfección el desarrollo de los vibrantes combates, aunque si hay algo destacable en este apartado son sus increíbles efectos sonoros. Golpes, cuchillazos gritos y explosiones son el complemento perfecto para este divertido festival de violencia gratuita. En este apartado, nos encontramos con fallos menores como por ejemplo la presencia de errores de sincronización labial en el doblaje, que sin ser una maravilla, cumple a la perfección su cometido.

El plantel de luchadores disponibles para este título es francamente impresionante. Contamos con un gran plantel compuesto por los grandes personajes de la historia de Mortal Kombat. No faltan iconos de MK como Liu Kang, Sonya Blade, Jonnhy Cage (que ahora más que nunca se parece a Jean Claude Van Damme), Raiden, Scorpion, Shang Tsung, Baraka, Kitana, Goro, Subzero, Jade, Reptile, etcétera. Prácticamente, hay combatientes de todas las etapas y juegos de la franquicia. Son más de 30 luchadores, si sumamos aquellos que se pueden obtener mediante DLC de pago como Kenshi (brutal el diseño), Rain, Skarlet o la sorprendente inclusión del cinematográfico y aterrador Freddy Krueger, un personaje ajeno a la franquicia y que pinta más bien poco en el juego. Aún así, como anécdota no deja de ser gracioso.

El que si que pinta (y arrasa con todo) es Kratos, el icono de Sony y protagonista de God of War, una de las mejores sagas de hack n’ slash del mundo del videojuego. Que el Fantasma de Esparta aparezca en este juego es un grandísimo acierto, en mi opinión. El poder jugar con Kratos a Mortal Kombat en el modo arcade es una gozada (no así en el modo historia), ya que no desentona en absoluto con el resto de personajes. La pena es que ello solo es posible en la versión PlayStation 3 del título. La estética del personaje, su diseño y esa brutalidad inherente al personaje hacen que para nada desentone dentro del impresionante roster de luchadores de este Mortal Kombat. Como muestra, un botón:

Centrándonos ya en el apartado meramente jugable, lo más destacable es sin duda el regreso de la violencia inusitada a la franquicia. Mortal Kombat nunca ha sido una saga de lucha que se caracterizase por una jugabilidad exquisita y la posibilidad de encadenar complejos combos, como otros títulos del género. La mayor virtud de Mortal Kombat siempre ha sido la diversión que provoca derramar litros y litros de hemogoblina gracias a sus letales golpes y, por supuesto, a los famosos ‘fatalities’. Nos encontramos aquí con estos benditos movimientos que son santo y seña de la casa. Quizá uno de los fallos en este apartados es que los luchadores están algo desequilibrados entre sí. Algunos como Baraka son muchísimo más potentes y equilibrados que Mileena, por poner un ejemplo. Pero también es cierto que esto no influye demasiado en su aspecto jugable. Aunque si hablamos de aspectos negativos, también es una pena que no podamos escoger a Goro como personaje jugable en el modo torneo…

Como uno de los puntos positivos del juego, tenemos el espectacular y efectivo añadido de los ataques especiales «rayos-X», que no tienen nada que envidiar a los ‘fatalities’, y que son muy sencillos de utilizar ya que con un simple movimiento pulsando los gatillos inferiores cuando la barra de energía de nuestro personaje está cargada, podremos descargar toda nuestra furia sobre el rival de turno. Es un ataque especial que hay que usar en el momento justo, para poder sacar ventaja a nuestro adversario, ya que si no lo ejecutamos en el momento correcto (si el rival se cubre o esquiva dicho ataque) no nos servirá de nada. Como veis, está implementado de manera muy inteligente. Al igual que sucede con los ‘fatalities’, cada personaje tiene su ataque de «rayos-X» particular y no podría resaltar ninguno sobre los demás, ya que son todos una obra de arte de la brutalidad.

No podemos obviar la increíble cantidad de modos de juegos de los que hace gala. Además del impecable modo historia, un completo modo torneo (y sus consiguientes modo arcade, lucha por equipos o desafíos) y el pertinente modo online, tenemos la Torre de los Retos, donde habrá que superar una serie de variopintas pruebas relacionadas con la manera de eliminar a nuestros rivales. Se ha recuperado también la famosa Kripta, que nos permite desbloquear objetos ocultos como trajes alternativos o diseños de escenarios comprándolos con las monedas obtenidas con el botín del combate. No me quiero olvidar de interesantes añadidos como la Nekrópolis (donde explorar diverso contenido como por ejemplo biografías de personajes) o el modo entrenamiento para que podamos practicar nuestros ‘fatalities’. Como veis, el juego ha sido bastante cuidado en este apartado.

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Es en el apartado online nos encontramos con uno de los mayores desaciertos del juego. La desagradable inclusión del Pase de Kombate (pase online) desluce bastante el acabado final del título, ya que un juego de estas características no debería verse influenciado por esta clase de políticas que en teoría pretenden luchar contra la piratería pero que no benefician en absoluto a los jugadores.

Para concluir este análisis, simplemente decir que es un juegazo como la copa de un pino. Los fans de Mortal Kombat pueden estar satisfechos de que la franquicia haya vuelto por sus fueros, al olimpo de los juegos de lucha con un título verdaderamente sangriento, con un diseño artístico fantástico y un modo historia de una factura impecable. Pese a que ciertas cosas se podían mejorado, el equipo de NetherRealm Studios ha dado en el clavo y no defrauda con un juego digno de la saga que en su día crearan Ed Boon y John Tobias y que no debes perderte bajo ningún concepto si eres fan de los fighting games y, sobre todo, si eres fan de Mortal Kombat. Sin duda alguna, una «victoria perfecta» para los amantes del género.