Hay lugares que, para algunos, son una especie de refugio mental al que acudir cuando todo se desmorona o simplemente el día ha sido horrible. La música siempre ha sido uno de esos lugares para mí. De algún modo, sabes que hay artistas o bandas que nunca te van a fallar, en el sentido de que siempre te van a ofrecer ese necesario «oasis musical» rebosante de calidad. Para mí, uno de esos músicos, es Steve Vai. El legendario guitarrista neoyorquino publicó ‘Inviolate‘, su décimo álbum de estudio, a través de Favored Nations a principios de este mismo año y, tras muchas escuchas, finalmente os traigo mis impresiones sobre este disco a la web.

Un disco que es una especie de compendio de toda la carrera musical de esta leyenda de las seis cuerdas. Y es que cada tema de este trabajo discográfico es «puro Vai» y eso, para un fan de toda la vida de este mítico guitarrista, significa que es una pequeña joya musical de principio a fin. Para empezar, tengo que decir que puede que estemos ante uno de los mejores discos que haya grabado nunca el amigo Vai y eso, sin duda, ya son palabras mayores.

El álbum se abre con la intrigante y majestuosa «The Teeth of the Hydra«. Como su propio nombre indica, está compuesta con la nueva guitarra de Vai, que posee tres mástiles y es una verdadera locura. El tema es una absoluta pasada y posee reminiscencias a obras anteriores suyas como «The Ultrazone» o «Fire Garden». Vai se encarga de toda la instrumentación aquí y los efectos sonoros son alucinantes. Ciertamente, el disco no podía empezar mejor.

«Uno de los mayores genios musicales de nuestra era.»

A esta le siguen la magistral «Zeus in chains» y la intrincada y a la vez repleta de bellos pasajes «Little Pretty«, la cual nos lleva a aquella maravillosa época de ‘Passion & Warfare’, la magnum opus de Vai (y el disco que lo catapultó al Olimpo de los guitarristas). «CandlePower» es calmada y a la vez excitante. Un tema nacido de un riff que le vino a la cabeza al genio estando en su estudio y que fue evolucionando hasta acabar convertido en el cuarto tema del disco. Señalar además aquí que los poliritmos del maestro Terry Bozio en la batería son una delicia.

En «Apollo in color«, que tiene momentos que parecen sacados del excelente ‘Fire Garden’ (1996) encontramos una de las colaboraciones más interesantes del álbum, la del virtuoso bajista de Dirty Loops, Henrik Linder, que da buena muestra de su buen hacer al bajo desplegando algunas de sus técnicas acompañado por el legendario (e infalible) Vinnie Colaiuta a la batería. ‘Avalancha‘ nos devuelve al Vai más veloz y frenético. Sonidos imposibles, melodías vertiginosas, el doble bombo de Jeremy Colson y el bajo de su ex-compañero en la Dave Lee Roth Band (y gran amigo) Billy Sheehan, la convierten en uno de los mejores tracks del disco.

El acercamiento al Blues se produce en «Greenish Blues«. Y lo hace como sólo Steve Vai puede hacerlo. Llevando su mundo interior con sensibilidad y un feeling que parece salido de otro planeta a un estilo que los puristas consideran intocable, directamente logra un «orgasmo auditivo» que me atrevería a decir que está al alcance de muy pocos. Por cosas como esta, guitarristas como Satriani y Vai están un peldaño o dos por encima del resto. Mal que le pese a algunos. Ciertamente, un tema que no puedes dejar de escuchar una y otra vez.

«Un guitarrista de otro planeta.»

Otra joya de la corona de este ‘Inviolate’ es «Knappsack«, que vio la luz simplemente porque la lesión del hombro derecho de Vai le llevó a pensar si sería capaz de tocar un tema entero sólo con la mano izquierda. ¿El resultado? Algo extraordinario, como no podía ser de otra manera. Lo dicho: de otro planeta. El disco se cierra con la atmosférica y relajante «Sandman Cloud Mist«, que de nuevo nos transporta a momentos cumbre de la discografía del otrora discípulo aventajado de Frank Zappa. En resumidas cuentas, no sólo estamos ante uno de los mejores discos de 2022 sino que posiblemente el señor Vai nos haya brindado uno de los mejores trabajos de toda su carrera. Con colaboraciones de auténtico lujo al bajo, los teclados y la batería, es un álbum que adorarán los fans del guitarrista y que para mí es ya un imprescindible de su discografía. Ahora y siempre, apostar a Vai es, sin duda, apostar a caballo ganador.