Una de las películas más esperadas de este año, aterrizó por fin en Disney+ en exclusivo estreno para esta plataforma en España y no somos precisamente pocos los fans de la saga Depredador (Predator, en el original) que hemos quedado más que satisfechos tras el visionado. Y es que ‘Prey‘ (o ‘La presa’, como se la ha denominado aquí) no sólo significa la vuelta de esta mítica franquicia de Ciencia Ficción y acción, sino que ha supuesto un verdadero soplo de aire fresco para la misma. Pero vayamos por partes, pues hay mucha tela que cortar en esta crítica.

Para empezar, hay que decir que la dirección corre a cargo del realizador Dan Trachtenberg (conocido por su labor en ‘Calle Cloverfield 10’, principalmente) que aquí realmente hace un trabajo formidable. Básicamente, logra imprimir un estupendo ritmo narrativo y los planos son estupendos. La historia, nos lleva atrás en el tiempo, en una trama que sucede unos 268 años antes de lo narrado en el film de 1987 protagonizado por Schwarzenegger (en la cual se vio por primera vez en la gran pantalla a la criatura alienígena cuya raza es conocida como los Yautja) y nos lleva a territorio comanche, en las grandes llanuras del norte de América. Ahí conocemos a Naru, una joven de una tribu comanche que posee habilidades excepcionales innatas y que ansía ser cazadora más que nada en el mundo.

Naru (interpretada genialmente por la actriz Amber Midhunter) demuestra desde el principio habilidades innatas de rastreo, combate con hacha, conocimiento de plantas medicinales, disparo con arco y, lo más importante: una inteligencia y una intuición muy por encima del resto de miembros de la tribu. Pero tristemente, es obligada a cosechar día tras día como el resto de las mujeres. Mientras que a los hombres se les considera cazadores y guerreros, ella es incluso ridiculizada por ser mujer y querer hacer cosas que, en esa sociedad, estaban sólo permitidas a los hombres. Pero como sabe que es mejor cazando y luchando que muchos de los guerreros de la tribu, no se rinde y sale día tras día a perfeccionar su técnica, acompañada de su fiel cánido Sarii, el cual ella misma ha entrenado.

Desde el primer momento, esta producción de 20th Century Studios te muestra que Naru, a pesar de demostrar con hechos que vale más que cualquiera que los varones de la tribu, está injustamente infravalorada por todos, incluidas las propias mujeres. Además, su vanidoso hermano Taabe (interpretado por el actor Dakota Beavers) se lleva la gloria a diario por sus logros como guerrero comanche, cazador y defensor de la tribu, mientras que a ella la marginan y la obligan a hacer «tareas propias de mujeres». Sólo la fuerte personalidad de Naru y su determinación lograrán que no se venga abajo y no ceje jamás en su empeño de demostrar que una mujer puede ser tan buena cazadora o más que un hombre.

Todo se precipitará con la llegada de un ser extraterrestre (interpretado por el actor y ex jugador de baloncesto Dan DiLiegro) cuyo modus vivendi es cazar presas de cualquier planeta, como si fuese un deporte sanguinario o un juego violento. Esta letal criatura, llega a los bosques cercanos al poblado de Naru y comienza a hacer lo que mejor sabe: cazar a los depredadores más fuertes de cada mundo y quedarse sus cráneos como trofeos. Mezcla de guerrero tribal y cazador tecnológico, los Yautja, son una raza con un ego tremendo que siguen unas normas de cacería muy estrictas. Siempre respetan a los rivales más fuertes y perdonan la vida de los que consideran débiles, puesto que no les merecen atención y los ven como una pérdida de tiempo. Cuando se topa con Naru, comete el mismo error que el resto: considerarla la más débil de su tribu.

‘La presa’ es un film que está increíblemente bien planteado para lo que se destila últimamente, ya últimamente parece que en estas plataformas de streaming de series y cine salen productos como churros. Aquí se han tomado su tiempo para hacer las cosas bien a nivel de realización, narrativa y fotografía y eso siempre es de agradecer. Además, introduce una variante de Yautja (el Feral, más salvaje y obsesivo) y al final veremos como se conecta con una de las secuelas de la franquicia, al hacer referencia a algo que sucede en la cinta de Stephen Hopkins de 1990. Un film tremendamente disfrutable con guion de Patrick Aison al que únicamente puedo ponerle como pega que no hayamos podido disfrutarla en una sala de cine como Dios manda, al estrenarse en exclusiva en plataformas digitales.

Incluso, ha logrado quitarme el mal sabor de boca que me dejó la desafortunada ‘The Predator’ (2018, Shane Black) y también contiene un mensaje que creo además importante en estos tiempos en los que veo cada vez más energúmenos que parecen involucionar en lugar de avanzar y crecer como individuos en sociedad. La música, a cargo de Sarah Schachner, encaja a la perfección tanto en secuencias más contemplativas como en aquellas en las que el conflicto físico y la caza pasan a ocupar más protagonismo. En definitiva, estupendo ritmo narrativo, una gran protagonista, planos rodados de manera muy inteligente y una excelente fotografía a cargo de Jeff Cutter, son algunas de las grandes virtudes de esta película, que si eres amante de la franquicia, no puedes perderte bajo ningún concepto.

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