El mundo del cómic en España es muy injusto a veces. Existen obras formidables editadas en otros países que aquí permanecen inéditas o, si llegan, directamente lo hacen tarde y mal editadas. Otras, creadas made in Spain, son ignoradas en favor de modas impulsadas por hordas de fans de todo lo que sean productos audiovisuales de personajes con capa. Pero, por fortuna, sigue habiendo aún un reducto de creadores que apuestan de verdad por el cómic como medio. Contra viento y marea. El autor de obras como Zeta o D4ve, Valentín Ramón, es uno de ellos. Su talento como artista está fuera de toda duda pero, como suele pasar con cierto autores que se dedican al cómic independiente o underground, a menudo sus trabajos quedan soterrados bajo la habitual tanda de lanzamientos masivos, grapas anodinas o lo que ciertos «influencers» que sólo leen cómics de superhéroes intentan vender por intereses creados. Pero para eso está también esta web, para reseñar también todo aquello que, por la razón que sea, queda por debajo del «radar comiquero» de los lectores y de los creadores de contenido con muchos followers.
Ahora, el amigo Valentín Ramón nos sorprende de nuevo con un cómic muy especial que nos ha encantado, sobre todo, en el apartado artístico (dada su enorme calidad) y en el extraordinario manejo de la narrativa. Hoy hablamos en la web de una obra muy sui generis llamada ‘Rey muerto no tiene sueños‘ que el autor ha logrado sacar adelante gracias a la auto-publicación. Un cómic que trata temas muy diversos pero universales como el amor o la muerte, de una manera muy particular. Valentín Ramón se marca aquí un auténtico viaje onírico en el cual desarrolla toda su experiencia en el mundillo al servicio de esta historia tan peculiar ambientada en un asfixiante futuro.
Una historia compleja que nos presenta la paranoica existencia vital de un sujeto llamado «J» que vive en una sociedad distópica del futuro en la que predomina la existencia de robots y los androides que realizan los trabajos de los humanos para que estos puedan dedicarse a comer o tener sexo todo el día. Pronto descubriremos que, lo que a priori parece un sueño idílico para cualquier mortal, se transformará en una auténtica pesadilla para nuestro protagonista. Mientras una gran mayoría de los humanos tratan de escapar de la mediocridad de un despreciable futuro a través de el uso de la Realidad Virtual encontramos a otros apoyando a «Only Human», un grupo de radicales de ultraderecha que está apareciendo por todos lados y cuyo objetivo es que los humanos recuperen el control de sus vidas antes de que todo se vaya al garete. En este marco, «J», que no ha superado la ruptura de su relación con Wendy, su prometida, y que (para más inri) está perdiendo toda conexión con la realidad.
¿Puede un androide sustituir en todo a un ser humano? El autor nos deja aquí una obra genial con reminiscencias a comics como «Hard Boiled» (guionizada por Frank Miller y excepcionalmente dibujada por Geof Darrow) que además está lleno de referencias a la cultura popular (con citas de películas como «El Resplandor«, por ejemplo). Un cómic protagonizado por un hombre endeble en todos los sentidos, que tiene miedo a morir pero, sobre todo, que tiene miedo a morir solo. El consumo de pastillas y el abandono del contacto con seres orgánicos lo empujan hacia un camino autodestructivo plasmado de manera soberbia en cada viñeta por Valentín Ramón. El uso del color es realmente magistral y ayuda a expresar la desesperación que sufre el personaje. El guion parece enrevesado por momentos pero al final logra tratar con acierto temas como la ansiedad, la obsesión o el sentido de la vida.
‘Rey Muerto No Tiene Sueños‘ es una obra de 96 páginas a todo color editada de manera independiente en tapa blanda que hará las delicias de los amantes del género y en la que Valentín Ramón se entrega a tope, desplegando todo su arsenal de habilidades como storyteller. Está claro que este artista español nacido en Suiza y criado en Barcelona, formado en la prestigiosa Escola Joso, se encuentra muy cómodo realizando obras de ciencia ficción distópica y en esta en concreto, como autor completo, refleja muy bien aquí la delgada línea que separa esa libertad de la esclavitud. En palabras del propio autor: – «Estamos ante el primer álbum de lo que en principio será una serie de novelas gráficas, que estarán publicados bajo el sello “The Blackest Pill”, que van a girar sobre elementos inherentes a cualquier narrativa sobre futuros distópicos: una sociedad que no tiene control sobre su propio presente (y por ende, tampoco sobre su devenir) y también, por qué no decirlo, la imperante estupidez humana.