En DC Comics siguen apostando por el sello Black Label como alternativa de garantías a los universos ya establecidos y como una vía de calidad para contar historias interesantes acerca de personajes ya conocidos y también creando algunos nuevos. Y en esta santa casa seguimos sumergiéndonos en estos cómics a la web para traeros sus bondades y contaros con detalles (pero sin destripar nada) todo aquello que atesoran en sus páginas que, en el caso concreto que nos ocupa hoy, sólo son cosas buenas que además nos hace preguntarnos una vez por qué demonios no está publicado ya en España este formidable ‘The Last God’.
Con el rimbombante nombre de The Last God. Book I of the Fellospyre Chronicles, llegó en 2019 una serie de cómics de Fantasía Heroica que nos contaba la epopeya de dos grupos de héroes que luchan contra la misma amenaza, sí, pero con una importante salvedad: 30 años de diferencia entre ambas batallas.Todo comienza hace treinta años, cuando un grupo de héroes viaja más allá de las fronteras de la creación y mata al último dios viviente, salvando así al reino de Cain Anuun de un ejército apocalíptico de muertos vivientes. Los legendarios guerreros se convirtieron en los gobernantes de su mundo dando así paso a una nueva era de paz y prosperidad. Pero, como suele pasar en estos casos, no duró mucho. Ahora las sucias legiones del Último Dios atacan de nuevo, arrasando Cain Anuun a su paso para demostrar que la envejecida hermandad ya no está formada por los grandes héroes de antaño. Con este mundo ardiendo y sumido en el caos, un nuevo grupo de improbables campeones se alzará para intentar lograr lo que ningún otro héroe pudo hacer nunca: matar al Último Dios… para siempre.
Los artícices de todo esto son el editor Amedeo Turturro, el guionista (y creador de la serie) Phillip Kennedy Johnson (Last Sons of America, Aquaman), el artista Riccardo Federici (Dark Nights: Metal), los infalibles Sunny Gho y Dean White al color y el rotulista Tom Napolitano. Mención especial para Kai Carpenter y la espectacular ilustración que se marcó para la portada de esta primera grapa y también para el cartógrafo Jared Blando el cual nos deja unos magníficos mapas de este mundo en las últimas páginas de la misma. Con semejante equipazo, ya os podéis imaginar que el resultado final es sencillamente excepcional.

Una vez leído este primero número, podemos afirmar que no sólo estamos ante un gran cómic de épica fantasía oscura que incluye todos los elementos clásicos de estas historias que enamoran a los amantes del género sino que además cumple en todos sus apartados y lo hace con muy buena nota. Una trama que sin inventar nada nuevo (porque a estas alturas y más con esta temática es harto complicado) pero bien realizada y con un cliffhanger competente, con diálogos bien escritos y sobre todo, una estupenda labor en el diseños de personajes, razas, criaturas y monstruos que moran por las tierras de Cain Anuun. Tampoco podemos dejar de mencionar el excelente trabajo de Federici a la hora de plasmar todo esto en las viñetas con bastante acierto gracias a su detallista estilo (hay una escena inicial de batalla o una pelea a muerte posterior en una arena de combate que son realmente alucinantes) donde el color de los coloristas antes mencionados brilla con luz propia.
¿Es el momento de convertirse en asesinos de dioses? Si el pecado se hace carne, nada como un buen grupo de guerreros con arcos, hachas y espada en ristre, para detener el caos y la maldad. Un muy buen primer número, en definitiva, que hará las delicias de los fans de este tipo de historias y que además está muy trabajado (la labor de creación de mapas, de leyendas como las del Megalito de Tyrgolad y de varios elementos más que refuerzan el lore de este mundo y el mimo puesto por su creador, hacen que sea una de esas grapas americanas (o grapUSAs, como las llamamos nosotros) a tener muy en cuenta. Una rara avis dentro de DC Comics que quizá además supone todo un soplo de aire fresco y un descanso si ya estás saturado de tantos superpoderes, capas y pijamas de colores.