Ya en su día, cuando reseñamos el primer tomo, os comentamos en estas mismas páginas que Wild’s End era una de esas pequeñas joyitas comiqueras que a menudo nos llegan casi de sorpresa y que a uno le dejan muy buen sabor de boca. La obra de Dan Abnett y I.N.J. Cullbard, publicada por BOOM! Studios y editada aquí por Dolmen Editorial en tapa dura y en volúmenes de 160 páginas a todo color, es protagonista hoy de nuevo en la web porque su segunda entrega no sólo continúa la buena senda iniciada en «Primera luz», sino que mejora prácticamente todo lo ofrecido y nos sumerge aún más en esta particular aventura de Ciencia Ficción con personajes antropomórficos.
En la primera entrega, la dupla narrativa formada por Dan Abnett (Guardianes de la Galaxia, Nuevos Mutantes) & I.N.J. Culbard (Brass Sun) ya nos mantuvo en vilo con la trama inicial sobre la invasión de estos seres alienígenas tan especiales a nivel visual que bebe directamente de obras maravillosas como «La Guerra de los Mundos» o «El viento en los sauces» (la novela de Kenneth Grahame) y en este segundo tomo el nivel se incrementa con la inclusión de personajes que forjan nuevas relaciones, traen de vuelta algunas antiguas que el lector irá conociendo poco a poco (como es el caso del sibilino Clive) o directamente alteran de algún modo aquellas ya establecidas.
En esta ocasión además veremos cómo aumenta la paranoia y la tensión en La Iglesia del Bajo Cuervo debido a la llegada del ejército al tiempo que nuestros protagonistas intentan asimilar lo sucedido ya que, recordemos, son supervivientes pero al mismo tiempo deben explicar a las autoridades locales qué pasó exactamente. Estas desconfían de lo que cuentan Susan, Fawkes, Peter, Slipaway y compañía. Y lo que es peor: harán caso omiso de sus advertencias, lo que precipitará una serie de desafortunados acontecimientos que traerán consigo problemas.

Lo que vamos a ver aquí es una historia en la línea de los clásicos del Sci-Fi que está realmente bien escrita por el bueno de Abnett que básicamente reúne los principales elementos del género. El guion nos deja las consecuencias de lo sucedido en el incidente con los seres de espacio y las ramificaciones para los residentes. Además, tendremos flashbacks que nos permitirán conocer más a determinados personajes y sorprendentes revelaciones. A todo esto, hay que sumar varios momentos de intriga y acción que, sumados al hecho de que los extraterrestres pueden regresar en cualquier momento, logran que el resultado final sea realmente bueno.
El fantástico apartado gráfico de Culbard le confiere a la serie un toque muy especial, como ya comentamos en la reseña de Primera luz, y es uno de los atractivos de este formidable cómic. Sin duda, tanto él con su buen hacer como Abnett y su fenomenal trabajo al guion logran que todo encaje a las mil maravillas. Para ir finalizando, otro detalle verdaderamente interesante (y que no podemos dejar de destacar) son los añadidos tales como las cartas de la Mayor Helena Upton, los fragmentos de la novela de Sherrinford Carr o las transcripciones de la máquina de escribir de Susan; ya que aportan un añadido genial a la historia y dan más empaque si cabe al conjunto. En definitiva, uno de esos tebeos que atesoran mucha calidad en todos sus apartados y que dejan con ganas de más.