Con el anuncio de la llegada de Jonathan Hickman a la franquicia mutante, muchos vieron un rayo de esperanza para estos personajes de Marvel Comics. Cierto es que llevaban ya una larga temporada dando tumbos y dejando series con una calidad cuestionable y que, además, el cine y otros derivados no ayudaron tampoco a que los muties levantasen cabeza. Pero, una vez pasado el efecto revitalizador de dos miniseries como House of X/Powers of X (ambas muy recomendables, por cierto) en las que el guionista norteamericano reiniciaba de un modo muy peculiar este popular sub-universo existente dentro de La Casa de Las Ideas; últimamente parece que hemos vuelto a aquellos tiempos noventeros en los que había muchas colecciones mutantes a la venta y cruces eternos que perjudicaban más que beneficiar a los lectores.

Con tantas colecciones en el mercado, no podía faltar la del mutante más famoso de todos. Nuestro querido Lobezno (Wolverine, en el original) regresó con serie propia en Estados Unidos en febrero de este año y, como no, ya la tenemos también por estos lares de la mano de Panini Comics. Y el equipo creativo no puede ser más prometedor. Al guion, tenemos a Benjamin Percy (Green Arrow, X-Force) y al dibujo a todo un señor veterano del género: el señor Adam Kubert (al cual hay que sumar a un más que eficiente Viktor Bogdanovic que también realiza un magnífico trabajo). Además, la inclusión de coloristas como Matt Wilson y Frank Martin acaban por dotar al apartado gráfico de un gran empaque. Mención especial para la impactante portada, obra del filipino Philip Tan.

Tras 5 años sin colección propia, he de decir en primer lugar que la cosa arranca bastante bien en este número uno. Un número de 72 páginas que lo tiene prácticamente todo y que está dividido en dos partes claramente diferenciadas. El guion, escrito de manera muy inteligente por Benjamin Percy (el cual por cierto se mueve como pez en el agua en este nuevo entorno mutante ideado por Hickman), lo primero que pone de relieve es lo bien documentado que está el nuevo guionista sobre el personaje. Ya sea en la primera parte, con la subtrama del robo de medicinas de Krakoa, la aparición de un personaje tan interesante como Bannister y la intervención de X-Force (colección hermanada con esta nueva andadura editorial de Lobezno, dicho sea de paso) en el asunto del uso (y abuso) del polen mutante o en la segunda parte del cómic con el retorno de Rojo Omega y las consecuencias para el futuro de los mutantes que trae consigo este personaje; Percy demuestra que es el guionista perfecto para traer de nuevo al primer plano al menudo mutante canadiense querido por todos.

En cuanto al dibujo, la palma, si hablamos de excelencia, se la lleva aquí el señor Adam Kubert; el cual está esplendido a los lápices y las tintas. ¡Qué dibujante, pardiez! Décadas de experiencia en el género de superhéroes (X-Men, Los Vengadores) ya serían un aval más que suficiente pero es que este mítico dibujante verdaderamente brilla en el primer número de esta nueva etapa del personaje. Está realmente preciso en cada una de las páginas y además su estilo, lejos de «acartonarse» con los años, ha ganado en frescura y dinamismo. En cuanto a Viktor Bogdanovic (Batman: Arkham Knight – Genesis, X-Force, 2099 Alpha) señalar que el artista suizo cumple sobradamente en el apartado gráfico con ese estilo suyo que bebe directamente de formidables dibujantes de tebeos de superhéroes como pueden ser John Romita Jr. o Greg Capullo. Y no solo eso sino que, además, su estilo viene que ni pintado para representar a la nueva amenaza que se cierne ahora sobre la raza mutante.

«Vuelve el mutante de las garras de adamantium en buen estado de forma…»

Tendremos pues pequeños guiños a momentos míticos que Logan ha vivido con algunas féminas de La Patrulla-X a lo largo de su andadura como hombre-X y, como no podía ser de otra manera, este peludo e irreductible bebedor y fumador de puros también hará gala de su salvajismo y su marcada personalidad en muchas de las páginas de este primer número. Un primer número, que deja claro que estamos ante un cómic cuya trama está diseñada siguiendo las directrices fijadas para esta nueva etapa mutante pero que, al mismo tiempo, está hecho con mucho respeto hacia el personaje y su trayectoria editorial. Por ello, tenemos que celebrar que vuelve el antihéroe solitario querido por todos. Los fans de las publicaciones de los hijos del átomo marvelitas (y obviamente del mutante de garras de adamantium) pueden estar contentos pero, sobre todo, pueden estar tranquilos. Vuelve el mejor en lo que hace. Vuelve Lobezno.