«Unamos nuestras fuerzas,
gobernemos con mano de hierro
y demostremos al mundo
que el Metal domina la tierra.»
(Judas Priest, Defenders of the Faith, 1984)
Así reza una de las canciones más populares de los legendarios músicos británicos Judas Priest y es una estrofa que viene al pelo para ilustrar al cómic del cual hablaremos hoy en la web: «The New Lieutenants of Metal«. Editado en Estados Unidos por Image Comics (primero en grapa y luego en su correspondiente TPB) y escrito por el guionista Joey Casey (Cable, Uncanny X-Men, Hulk) esta miniserie de cuatro números es una hilarante oda al universo del Heavy Metal con un toque muy gamberro en el guion y un apartado gráfico del genial Ulises Farinas (MOTRO, Godzilla in Hell) que es una delicia. De hecho, absolutamente todo en este tebeo maravilloso está relacionado de algún modo con este género musical que para muchos es además una forma de vida.
Para que os hagáis una idea, las referencias musicales son constantes e incluso los nombres de los protagonistas de este delirio metálico tienen que ver con el Hard Rock y el Heavy, como no podía ser de otra manera. Nuestros aguerridos héroes son The Mighty Krieg, Vandenborg Riot, Manowarrior, Steppenwulf y Spike (este último con aspecto de oso panda combativo y al que cabrea enormemente que sus compañeros le llamen mascota).
La historia, arranca con Steppewulf visitando a una psicóloga (la doctora Pettinichio) en Nueva York dado que sufre ciertos problemillas de conducta relacionados con la violencia. La psicóloga le recomienda dejar de inmediato de escuchar Metal y alejarse de ese tipo de vida (lo que enfurece más si cabe al bueno de Steppenwulf). Justo cuando están en medio de la terapia, hace su entrada el imponente «Metal Jet», el super-vehículo acorazado de… ¡Los Nuevos Tenientes del Metal!
Este «escuadrón metálico» está listo para luchar por la causa: salvar al mundo de amenazas tales como los terribles Monster Trucks, unos seres mecánicos gargantuéscos que lo destruyen todo a su paso. Pero antes deben encontrar a Manowarrior, el camarada perdido. Así, armados con sus sorprendentes artilugios de batalla y los discos de Metallica, Dio, AC/DC, Mötley Crüe y Judas Priest, deberán partir cuanto antes para recuperar a su ex compañero. Lo que no saben nuestros protagonistas es que este está prisionero de una misteriosos pringados conocidos como la Boy Band Nation. ¿Podrá resistir el bueno de Manowarrior una tortura de bailes ridículos y muñecos de peluche hasta que lo encuentren o será demasiado tarde?
Evidentemente, aunque el cómic cuenta con un guion divertidísimo y muy trabajado de Joe Casey, lo primero que atrapa al lector es el espectacular arte del dibujante de origen cubano. Y es que lo de Ulises Farinas es para echarle de comer aparte, definitivamente está soberbio en todas y cada una de las viñetas que componen esta sensacional serie limitada. Además, se encarga también del color que, unido al vistoso y llamativo estilo de este genial artista, hacen que todavía destaque todo más este apartado.
Una de las lecturas independientes que más me han gustado en los últimos tiempos, que además incluye una playlist de música recomendada para escuchar mientras lees el tebeo y también las fichas de los personajes con información de los mismos (lo cual se agradece mucho ya que hay que destacar que tanto el diseño de personajes como sus características son una verdadera pasada). Yo después de leer este cómic necesito una colección de muñecos y vehículos del mismo a la voz de ya. Si te gustan los buenos cómics de aventuras locas y divertidas y, además eres fan del Rock y el Metal, esta serie no puede faltar en tu colección porque es lo más molón que leerás en tu vida. Palabra de metalero. Bueno, ¿vas a quedarte ahí parado o vas a subir el volumen y a unirte a este aguerrido grupo de defensores de la fe? ¡Esos cuernos!