Los más viejunos del lugar seguro que recuerdan con cariño una serie animada de televisión producida por Hanna/Barbera que llegó emitida en los años ochente en España llamada «Superamigos». En ella, además de seguir las aventuras de los miembros de la Liga de la Justicia, pudimos descubrir a algunos personajes como los «Wonder Twins» (Los Gemelos Maravilla) que, gracias a sus peculiares poderes y a su divertida mascota, no tardaron en caer simpáticos y, para algunos telespectadores, casi robaban protagonismo a los iconos de DC que los entrenaban para ser superhéroes como Aquaman, Superman o Wonder Woman (y eso que esta hacía gala del famoso jet invisible prácticamente en cada episodio). Zan, Jayna y Gleek (también conocido como Mighty Monkey) fueron creados por Norman Maurer, uno de los responsables y guionista de la serie, el cual tomó elementos de Tarzán (para el nombre de los personajes y el animal que los acompaña) y de Star Trek (las orejas puntiagudas como homenaje a Spock). Estos gemelos provenían del planeta Exxor y sus poderes metamórficos (él se convertía en agua y sus estados y ella en animales del planeta Tierra) se activaban con el contacto físico; más concretamente, al chocar sus puños al grito de: – «Gemelo Poderes… ¡Activación!».
Como se hicieron muy famosos gracias a la serie de TV, no tardaron en dar el salto al papel. Una adaptación al cómic de dicha serie, supuso el debut de Los Gemelos Maravilla en el universo de las viñetas. Posteriormente, con el paso de los años, fueron introducidos en la continuidad de DC (tras las Crisis en Tierras Infinitas, claro) y han aparecido en varias historias como Extreme Justice (años noventa) y otras bastante curiosas de la mano de autores como Peter David, Todd Nauck, Len Wein o Rob Leigh. Así llegamos a 2019, año en el cual DC Comics comienza a publicar una serie (actualmente en curso) con los «Wonder Twins» como protagonistas, escrita por Mark Russell (Los Picapiedra, Las crónicas del León Melquiades) y dibujada por Stephen Byrne que finalmente ha visto la luz en nuestro país de la mano de ECC Ediciones.

Para empezar, hay que decir que visto lo anteriormente publicado por ECC del material Hanna/Barbera y DC escrito por Russell, el formato rústica tamaño comic-book es todo un acierto. Parece que las quejas de muchos compradores han hecho recapacitar a los editores DC en España y ciertamente, aunque estará dividido en varios tomitos, la serie se disfruta mucho más así. Además, permite a los lectores disfrutar de las aventuras de estos dos gemelos alienígenas sin tener que esperar a que concluya en Estados Unidos para que pueda ser publicada aquí. Respecto al cómic en sí, decir que a Mark Russell tampoco vamos a descubrirlo a estas alturas. Es, simple y llanamente, uno de los mejores guionistas norteamericanos de la actualidad. Y aquí, vuelve a demostrarlo, haciendo suyos a unos personajes tan especiales como estos sin que en el camino pierdan la esencia de la mítica serie de televisión o los cómics ya existentes. Y, como no podía ser de otra manera, es un tebeo lleno de humor y aventuras, muy ameno y que sin duda funciona en su propuesta.
Russell nos presenta aquí una aventura en la que vemos como Superman, como favor personal a un viejo amigo del planeta Exxor, decide incluir a los hijos gemelos de este como becarios en la Liga de la Justicia. Aunque a Batman al principio no le hace mucha gracia esto, los chicos (Zan y Jayna) serán trasladados al cuartel general del supergrupo y no solo tendrán que aprender a ser buenos superhéroes sino que también deberán habituarse a vivir en la Tierra bajo una doble identidad que los obliga a pasar como estudiantes normales y corrientes de un instituto de secundaria de Metrópolis.
Los comienzos no serán fáciles pero, tras un par de traspiés y la llegada de Gleek como mascota de Zan, ambos hermanos comenzarán a actuar como defensores del bien. Aunque, defender la justicia y el estilo de vida americano no siempre deja buen sabor de boca, como pronto comprobarán los gemelos. El guionista introduce varios guiños a la serie clásica y realiza un gran trabajo con los diálogos, dotando al cómic de un tono desenfadado y cómico que aparece mayormente en las situaciones en las que los protagonistas tienen que lidiar con problemas típicos de los adolescentes.
En cuanto al apartado gráfico, el dibujo de Stephen Byrne le va como anillo al dedo a estos personajes y a la trama, sobre todo a la hora de representar las andanzas de secundarios tan hilarantes como El Conde Borráchula, La Liga de la Molestia (detrás de la cual está un importante villano del Universo DC) o el criminal conocido como El Revolvedor. El dibujante posee un estilo muy vistoso y cercano al cartoon que, unido al buen hacer del guionista, hace a un cómic de estas características muy atractivo a nivel visual. Además, hay que resaltar que Byrne realiza un excelente trabajo al color en este primer tomo que cuenta además con el también metamórfico Gar Logan (Changeling, ilustre miembro de Los Nuevos Titanes) como invitado especial. Destacables también son los pocos momentos en los que interviene el sin par Gleek, al cual se le coge cariño desde el minuto uno y que firmemente creo que es un personaje que nos va dar grandes momentos con sus locuras y sus excentricidades. En definitiva, un cómic muy divertido que en su primer volumen editado aquí incluye los tres primeros números de estos personajes queridos por muchos fans de la serie original (The All-New Superfriends Hour) y que si eres seguidor incondicional del trabajo de Mark Russell no te puedes perder.