El mito del vampiro siempre ha tenido algo fascinante. A lo largo de los siglos, las historias sobre estas criaturas de la noche nos han cautivado y aterrado a partes iguales. Y aún hoy día, lo siguen haciendo. En una sociedad tecnológica y tan moderna como la actual, los «chupasangres» siguen más vigentes que nunca y en el mundo del cómic hemos podido disfrutar siempre de buenas obras que trataban el tema o lo utilizaban para contar otras historias de todo tipo y condición. Hoy en la web os avanzamos otra serie vampírica que se publicó el año pasado en Estados Unidos de la mano de Vault Comics (el TPB tiene prevista su salida para noviembre) y que contiene todos estos elementos que tanto nos gustan a los amantes de los «no-muertos»: These Savage Shores, del guionista Ram V (Paradiso), el dibujante Sumit Kumar y el colorista Vitorio Astone.
El cómic arranca de una manera desconcertante, con una clara alusión a cierto pasaje bíblico del Génesis. Tras esta inquietante introducción, la narración se traslada a 1776 y se nos presenta a modo de carta escrita por un tal Alain Pierrefont a su querido amigo June. Así, veremos como Monsieur Pierrefont, cuyo rostro está parcialmente desfigurado; viaja en un barco como único pasajero a bordo y con la tripulación a cargo atemorizada cada vez que se acerca a la puerta de su camarote. Él mismo cuenta como el marinero encargado de limpiar dicha zona, lo hace siempre asustado y aferrándose con fuerza a una cruz de plata. Poco después, sus propios recuerdos nos llevarán a algún lugar de Inglaterra, donde un cazador ha logrado herirle gravemente en la cara y es llevado a los dominios del Conde Grano para ser atendido y recuperarse de las heridas sufridas. De algún modo, tras lo sucedido, acaba a bordo del Ivora, un pequeño barco propiedad de la Compañía de las Indias Orientales rumbo a las costas salvajes de Calcuta.
Huelga decir, a estas alturas, que Alain Pierrefont es un vampiro. Cuando nuestro protagonista desembarca en tierra, le pide al capitán del navío que entrege la carta que ha escrito pero que lo haga en persona, sin usar emisarios. Este, le advierte de que las costas a las que ha llegado son tierras indómitas que por las noches se llenan de colmillos. Pierrefont, se marcha para reunirse con el Coronel Smith y tratar unos asuntos que tienen que ver con una ruta comercial que será importante para el futuro. Para ocultar su condición a los mortales, alega que no puede estar expuesto al Sol por una extraña enfermedad y es hospedado en el palacio del Príncipe Vikram. Pero una extraña pareja de criaturas de la noche se entera de su presencia allí y, a partir de ese momento, la estancia del vampiro en palacio no va a ser tan placentera como esperaba. Pierrefont descubrirá, muy a su pesar, que él no es el único monstruo que sale a cazar cuando llega la noche. Y, como en todo buen número de cómic independiente actual que se precie, no falta el consabido cliffhanger.
Sumit Kumar está espléndido al dibujo y su manera de disponer las viñetas en las páginas es muy inteligente en ciertos pasajes muy concretos, ya que a nivel visual logra que el lector permanezca atento en todo momento a lo que pueda suceder. Su particular trazo, limpio y también detallista, aporta ese toque misterioso que debe tener todo buen cómic de terror; en este caso salpicado además por tintes de aventuras y sin miedo a tocar la parte religiosa que llevan implícitas las historias que tratan el mito del nosferatu. Buen trabajo también al color de Vitorio Astone que beneficia muchísimo al apartado gráfico.

Estamos ante un cómic que cumple sobradamente con lo esperado. En todos sus aspectos, además. El guion claramente bebe de las historias clásicas de vampiros, ya sea el Drácula de Bram Stoker, la figura del vampiro de Polidori o el propio folclore popular sobre los «no-muertos» que existe prácticamente en todos los lugares del mundo. Por momentos, casi parece un homenaje a todos esas leyendas que nos han atrapado desde siempre y el guionista Ram V sabe colocar los elementos necesarios para contentar al fan de estas historias.
La presentación de los personajes está muy lograda también y, además, no podemos olvidar el trasfondo del negocio de la Ruta de la Seda que puede cobrar importancia a medida que avancen las grapas de esta fantástica serie de Vault Comics que, una vez más, nos demuestra que a veces es más importante hacer las cosas bien y con oficio que intentar ser original pero no lograrlo y para colmo no contar nada en el proceso. Un cómic de vampiros que realmente engancha desde el primer minuto. Si eres fan del terror, del misterio y de las buenas historias de estos seres nocturnos, These Savage Shores te encantará.