Si hay una figura dentro del panorama de la industria norteamericana del cómic que no ha dejado de suscitar polémicas, discusiones, debates, enfrentamientos entre fans, odio y admiración a partes iguales, es sin duda la del guionista norteamericano Brian Michael Bendis. Amores y desamores aparte, hablar de Bendis es hablar de una de las mayores estrellas del panorama norteamericano. El guionista ha sabido labrarse un nombre en Marvel Comics y hace bien poquito recaló en las filas de DC Comics para intentar seguir agrandando su leyenda con un icono de la compañía como es el mismísimo Superman. Una de las mayores incógnitas era cómo iba a aguantar su marcha una de sus más exitosas creaciones: Miles Morales, un joven Spider-Man que acabó conquistado el corazoncito arácnido de muchos.
Con la ayuda de Sara Pichelli (y retomando desde la etapa iniciada con Mark Bagley) en Ultimate Spider-Man, el bueno de Bendis logró que este nuevo y atolondrado adolescente no sólo compitiese con Peter Parker en ventas, sino que además ha acabado hablándole de tú a tú al trepamuros original en muchas ocasiones. Además fue capaz de crear un elenco de personajes formidables para enriquecer el particular mundo de este joven héroe como pueden ser Ganke, Rio, Jefferson y otros. Todo este cóctel de secundarios sorprendentes, situaciones divertidas y villanos increíbles continúa ahora de la mano del guionista Saladin Ahmed (Rayo Negro, Quicksilver, Exiles) y el dibujante español Javier Garrón; el nuevo equipo creativo que está al cargo de esta nueva ilusionante etapa del superhéroe arácnido y que desde el primer momento pone las cartas sobre la mesa para deleitar al personal con todo aquello que se espera del personaje y su universo.
La verdad es que la cosa no podía arrancar mejor con un primer número que nos presenta a Miles enfrentándose a los quehaceres de su vida diaria, como un joven más: Deberes, instituto, amigos, familia, chicas, etcétera. En definitiva, las cosas que preocupan a un chaval de su edad. Lo que parece una vida sin sobresaltos, cambia en cuestión de segundos cuando eres Spider-Man. Miles lo sabe y lo asume, intentando tranquilizar siempre a su familia. El guion de Saladin Ahmed es funcional, deliberadamente realizado para un tipo de público muy concreto y para que además encaje dentro de la filosofía Marvel de «tebeos para todos». Con la excusa de la creación de un diario como trabajo escolar, el guionista se quita de un plumazo tener que explicar el origen del héroe. Es un comienzo funcional y efectivo, que logra además que cualquiera pueda subirse al carro de la colección a partir de este momento.
La historia arranca con nuestro arácnido héroe intentando llevar esa doble vida que he comentando más arriba lo mejor que puede, pero a menudo está confundido y le surgen dudas. Es duro para él, sin embargo se esfuerza para usar sus grandes poderes con responsabilidad. En medio de todo esto, desaparecen niños (la mayoría inmigrantes) y comienzan a registrarse misteriosos robos de material tecnológico por toda la ciudad. Una noche, mientras Miles se balancea por los edificios divagando sobre sus tribulaciones, se topa con uno de esos robos y con otro viejo conocido de la afición: Aleksei Sytsevich (alias Rhino). Más adelante, también tendremos la presencia en la colección del mismísimo Capitán América y descubriremos qué está pasando realmente con estos niños. Uno de ellos es Eduardo, el primo del interés amoroso del héroe, de modo que este último se implicará de manera emocional en todo esto.
El dibujo de Javier Garrón es, en mi opinión, el punto fuerte de esta nueva serie. El barcelonés está realmente fantástico en el apartado gráfico. No sólo es ágil narrando y hábil componiendo páginas sino que su estilo es fresco, detallista, moderno y visualmente muy atractivo. En resumidas cuentas, es el artista perfecto para contar las andanzas del joven Miles Morales y creo que en Marvel han acertado de pleno con la elección. Aparte, el formidable trabajo de David Curiel al color ayuda a que luzca aún más su gran trabajo.
Estamos ante un primer arco argumental construido de manera correcta que puede gustar tanto a grandes como pequeños. Los lectores veteranos hallarán rápidamente los paralelismos con las historias clásicas de Peter Parker en las que la búsqueda de su identidad como héroe, sus problemas caseros y las preocupaciones que le atormentaban estaban a la orden del día. Por contra, los más pequeños disfrutarán mucho de un héroe fresco y dinámico, adaptado a los tiempos que corren y de las apariciones de personajes que ya conocen por las películas o series animadas. Habrá que ver cómo siguen las aventuras de este personaje y si es capaz de seguir creciendo como lo ha estado haciendo en los últimos años pero lo que es seguro es que ya es un superhéroe plenamente asentado en el Universo Marvel y con muchas posibilidades para el futuro. El buen arranque de esta serie, publicada actualmente por Panini Comics España en grapas dobles, es el ejemplo de ello. Para fans de los «supereseres» arácnidos y para todos aquellos que quieran leer una serie de «pijameo» entretenida y muy bien dibujada.