Parece que en los últimos tiempos hemos visto una especie de resurgir del género de terror en formatos audiovisuales como las series de TV o el cine. También en los libros y, por supuesto, en el cómic. El universo de las viñetas siempre ha dado grandes alegrías a los amantes de los sustos, las posesiones y los fantasmas y hoy, en la web, quiero hablaros de «The Devil Within«; una de las nuevas series limitadas de Black Mask Studios que apuesta también por este atractivo mundo de las historias terroríficas con la narrativa del noveno arte.
The Devil Within, con guion de Stephanie Phillips, lápiz y tinta de Maan House (Witchblade) y el color de Dee Cunniffe, nos deja un primer número en el cual conoceremos a Samantha y Michelle, una pareja que acaba de mudarse a una vieja casa en Cebú (Filipinas) para convertirla en su nidito de amor y ser felices para siempre. Pero desgraciadamente, parece que una entidad paranormal tiene otros planes para estas chicas.
Al principio, todo parece ir bien para Samantha y Michelle, las cuales tras una noche de juerga regresan al nuevo hogar para descansar. Michelle, comienza a ver extrañas figuras en la oscuridad, reflejos inquietantes en los espejos e incluso escucha siniestras voces. En un primer momento, no le dan importancia ya que achacan estas visiones al exceso de alcohol en la fiesta. Pero al despertar, descubren la cocina hecha un desastre, con los cajones abiertos y los platos y vasos rotos por el suelo. Michelle comienza entonces a especular con que la casa está encantada.

Por contra, Samantha, más escéptica, sigue buscando una explicación lógica a lo sucedido. Es entonces cuando veremos que los fenómenos paranormales no cesan y para colmo de males, el cartero va a traer una citación judicial que podría poner en riesgo la estabilidad sentimental de la pareja. Como historia de terror, nos encontramos ante una trama bastante simple que se apoya mucho en los diálogos de las dos protagonistas y en su relación pasional, al tiempo que se van introduciendo (con cuentagotas) los elementos sobrenaturales en la historia.
El apartado gráfico, a cargo de Maan House es bastante correcto y sin demasiadas florituras, ya que el artista posee un trazo muy actual, llamativo y de corte independiente cuya narrativa se centra la mayor parte del momento en las conversaciones entre Michelle y Samantha. Los pocos momentos en los que se reflejan los fenómenos extraños de la casa tampoco es que sean sobrecogedores y en definitiva da la sensación de que House puede dar mucho más de sí aquí, ya que realmente es muy buen dibujante. El color de Dee Cunnife está a buen nivel también y en este aspecto la verdad es que no se le puede poner ninguna pega al cómic.
En resumen (y al menos en este número) parece el típico guion hollywoodiense de gente que se muda a una casa antigua en la que empiezan a suceder fenómenos extraños de tipo sobrenatural y en la que se juega siempre con el cliché de si es una posesión real o quizá estamos hablando de una enfermedad mental. Por el momento, un primer número que deja una sensación agridulce ya que sin ser malo para nada tampoco plantea nada novedoso y además el intento de cliffhunger al final se queda precisamente en eso, en un intento (lo ves venir a leguas).
Personalmente, destaco la relación entre Samantha y Michelle como lo más interesante de este primer número y creo que la serie (que por cierto constará de sólo de cuatro números) debería tirar por el camino de la locura más que por el de los poltergeists o la posesión demoníaca. Creo sinceramente que daría mucho más juego a lo aquí planteado y se saldría un poco de lo que ya tantas veces hemos visto en otros formatos. En cualquier caso, veremos que nos depara esta nueva limitada independiente la cual, como no, parece estar basada en unos hechos reales que le ocurrieron a una amiga de la guionista y su pareja en Filipinas. Esperemos que la serie mejore en los siguientes números y nos de esa lectura de horror que promete y que seguro muchos desean.