Ya he contado alguna que otra vez que el cómic norteamericano independiente está atravesando un excelente momento. Y hoy tengo que volver a hablar de Aftershock, una de las editoriales yankees que actualmente están publicando cómics realmente geniales.
En esta ocasión, os traemos el avance USA de ‘Strayer‘, una serie que tiene detalles realmente muy divertidos, además de un apartado artístico moderno y llamativo, gracias al buen hacer del dibujante argentino Juan Gedeón y la colorista Tamra Bonvillain (que, aparte de ‘Rat Queens’, también ha coloreado ‘Moon Girl & Dinosaurio Diabólico’ para Marvel).
El guionista Justin Jordan (Superboy, Deathstroke, Team 7) une fuerzas con Gedeón, del que recomendamos sobre todo su excepcional trabajo en ‘Horizon’ para Image Comics (aunque también ha trabajado para Marvel en la fácilmente olvidable ‘Ghost Racers’) para traernos una obra entretenida, alocada e irreverente para la editorial Aftershock. La historia de Strayer, nos sitúa en un mundo que ha visto días mejores y ahora intenta recuperar el esplendor de antaño. Estamos ante una lectura amena que nos hace pasar momentos hilarantes y que tiene, además, detalles interesantes para lectores que gusten de temas como mundos apocalípticos, magos, guerreros, tecnología, antihéroes, referencias al Heavy Metal y todo, siempre con un puntito cómico muy bien desarrollado.
El cómic arranca con una chica, llamada Mala Temboob, intentando conseguir la ayuda de un caza-recompensas en una taberna de mala muerte en Edgelands, concretamente, en un pueblo que fue destruido por unos seres llamados Los Gramáticos (a los que conoceremos más adelante) y que encima a veces es azotado por hechiceras y titanes; cuando entra en escena el pelirrojo Strayer, nuestro protagonista. Mide más de dos metros, es un tipo fornido y tiene el pelo largo y barba. Porta dos armas que pueden transformarse en cuchillas (o en un hacha) a voluntad y afirma saber usarlas con destreza. Es un bad ass, vamos. Pero también es un poco desastre (aunque entrañable) y no tiene donde caerse muerto. El problema es que lo único que sabe hacer es acabar con bandidos, ladrones e incluso titanes. Así que ofrece sus servicios al primer postor en la taberna. Tras no lograr su objetivo en un primer intento y pasar la noche en prisión, finalmente se le presenta la ocasión y debe aprovecharla.

Cuando Mala invoca a un enorme titán tecnológico, Strayer intentará destruirlo para conseguir una recompensa del pueblo. Tras lograrlo, con alguna que otra inesperada consecuencia, se queda con un valioso fragmento de metal y abandona esas tierras. Pero Tamla, que resulta ser una de las poderosas hechiceras conocidas como las Archomancers, está decidida a hacerse con sus servicios sea como sea. El valioso metal jugará un papel importante en el devenir de Strayer y Mala pero sobre todo, se las verán con personajes como Krueguen, uno de los más importantes gramáticos el cual tendrá un papel trascendental en la historia.
El dibujo de Gedeón, con un estilo moderno y desenfadado, le viene como a anillo al dedo a la historia, en la que vamos a ver desfilar criaturas salvajes, monstruos, bandidos y titanes, que van a poner en apuros al bueno de Strayer, que siempre acaba viviendo disparatadas situaciones bien estructuradas por parte del guionista, que además aprovecha siempre que puede para poner pinceladas de humor en los diálogos. Un buen tándem que se ve reforzado por el fenomenal trabajo de Bonvillain al color.
Hay que advertir a todos aquellos que esperan una obra maestra en cada cosa que van a leer que igual Strayer no pasará a los anales de la historia del noveno arte, pero a cambio sí que nos ofrece aventuras alocadas de personajes interesantes y molones, arquetipos que nunca faltan en este tipo de historias y mezcla con acierto y de manera natural fantasía con ciencia-ficción (sin olvidar que es muy completo en todos sus apartados). Entretenimiento garantizado en esta miniserie independiente de cinco números para Aftershock que se publicó en originalmente en 2016. A ver si con un poco de suerte, podemos verla por estos lares recopilada en un tomito. Crucemos los dedos.