Hablar de David Rubín es hablar de uno de los mayores talentos españoles que triunfa en el panorama del cómic internacional. Si eres un neófito de esto de los tebeos y aún no le conoces, sólo tienes que leer su ‘Beowulf’, ‘Gran Hotel Abismo’, ‘Cuaderno de Tormentas’, los dos volúmenes de ‘El Héroe’ o cualquiera de sus formidables obras. A las mencionadas, ahora deberás añadir este genial «Ether» como otro de los grandes trabajos de este talentoso gallego de treinta y nueve años que no puede faltar en tu colección.

Publicado en Estados Unidos por Dark Horse Comics (en España una vez más, contamos con una preciosa edición de Astiberri en tomo para la Colección Sillón Orejero) Rubín une fuerzas con el guionista (y hombre del Renacimiento) Matt Kindt (Dept. H, Ninjak, MIND MGMT) para crear una miniserie de cinco números en su primer volumen (la serie constará en total de dos tomos aquí) donde la magia, la fantasía y el género detectivesco se dan la mano para conformar una obra absolutamente genial.

Aquí nos encontraremos las aventuras de Boone Dias (una especie de detective interdimensional con una mentalidad eminentemente científica pese a lo que está acostumbrado a ver en sus habituales incursiones a este mágico universo en el que es conocido por resolver crímenes muy importantes) por las tierras de Ether, un mundo alternativo de fantasía al que sólo se puede acceder a través de diferentes puntos del planeta. La particularidad de Ether es que nada de dicho mundo puede pasar a nuestra realidad y para entrar a él hay que estar dispuesto a morir.

Cuando Boone Dias intenta resolver el misterio del asesinato de la Llama Dorada (una especie de guardiana del Reino de Ether) se ve envuelto en una inesperada conspiración en la que está implicado un enigmático personaje conocido como Lord Abel, que a la postre se revelará como un peligroso enemigo. Además, Dias descubrirá que pese a los años que ha pasado explorando este mundo, aún hay muchas cosas que desconoce sobre su funcionamiento y sobre sus extraños habitantes. Todo se irá complicando poco a poco y nuestro protagonista tendrá que recurrir a sorprendentes aliados para detener las perversas maquinaciones de Ubel.

Las reminiscencias con obras literarias como ‘El mago de Oz‘ son más que evidentes pero, ante todo, estamos ante un cómic que trata el tema de lo sobrenatural de manera muy sui generis. Kindt (que aparte de ser un excelente guionista es también un gran dibujante) nos deja una historia deliciosa, con diálogos de gran nivel y que atrapa al lector página a página. Conceptos tales como que la magia es simplemente un tipo de ciencia que aún no hemos descubierto, son tratados aquí con gran acierto por parte de Kindt.

Gran trabajo del guionista norteamericano, la verdad, aunque la verdadera estrella de este tebeo es sin duda Rubín. Sinceramente, no concibo Ether dibujado por otro dibujante. Es el artista perfecto para esta obra y Kindt, que de esto del cómic sabe un rato, lo tenía muy claro cuando decidió que él sería el encargado de la parte gráfica de su guion.

«La edición de Astiberri es de una calidad enorme»

El de Ourense está verdaderamente magistral aquí (lo cual es habitual en él) y ya nos tiene muy malacostumbrados, la verdad. El día que haga algo «medianamente normal» nos asustaremos. Y mucho. Además de dibujar increiblemente bien, con su caracteristico y personal estilo, vuelve a dar otra lección de narrativa gráfica. No contento con ello, tengo que decir que su trabajo al color es espectacular. Su trabajo como colorista en este ‘Ether’ es uno de los aspectos del cómic que más me han gustado.

Una obra que no sólo es recomendable, sino que yo aventuro a decir que es de lectura obligatoria. Magia, aventuras, elementos sobrenaturales, hadas, gorilas parlantes, golems de cobre y otras criaturas imposibles te esperan en el mundo mágico de Ether. También muchas sorpresas y misterios por desvelar en una obra con la que este tándem formado por Kindt + Rubín se ha propuesto deleitar a los amantes del noveno arte. Si aún no has conoces el mundo de Ether, te recomiendo que no tardes mucho en sumergirte en esta obra maravillosa. De lo contrario, lo lamentarás profundamente.