De vez en cuando, cae en tus manos una obra de esas que, pese a no tener mucha fama, suponen una agradable sorpresa y una lectura de las que apetece conservar en la colección. Con este «Silent Dragon» me pasó un poco eso, ya que tras escuchar buenas palabras de amigos y conocidos del mundillo a los cuales tengo en alta estima, decidí hacerme con él.

Editado en nuestro país en formato rústica por Norma Editorial, en el año 2002, esta obra cuenta con un equipo creativo bastante potente formado por el guionista Andy Diggle (Green Arrow, Los Perdedores, Adam Strange) y el dibujante Leinil Francis Yu (Superior, Star Wars, Super Crooks).

La historia, llena de honor, venganza y ciencia-ficción, se ambienta en un entorno futurista. Concretamente, en el Japón del año 2063, que es el escenario en el cual transcurren los hechos aquí narrados. Todo comienza cuando nuestro protagonista, Renjiro, un consejero y vasallo de Lord Hideaki (el líder del Dragón Negro, la suma de todos los clanes yakuza del país), se nos muestra profundamente turbado por el amor de la bella Takara (la esposa de Hideaki). Ella le corresponde pero él, temeroso de no cumplir las obligaciones para con su señor, no se atreve a yacer con ella.

ciencia y tecnología contra la yakuza

Todo se complica cuando este acercamiento y la consiguiente traición de Renjiro llega a oídos de Hideaki y nuestro protagonista es juzgado a morir con deshonor, siendo finalmente decapitado delante de su amada y arrojado a un vertedero… pero la muerte no será su destino final. Una misteriosa entidad que lidera la resistencia logra revivirlo mediante extraños rituales de ciencia y tecnología y dotarle de un nuevo rostro y extraordinarias habilidades, porque necesitan que se infiltre dentro del régimen de Hideaki y acabe con éste desde dentro. Es la oportunidad que estaban esperando para liberar de una vez por todas a su nación de yugo opresor de sus usurpadores.

Pero, como todo en esta vida tiene un precio, Renjiro ha perdido una parte importante de su humanidad al retornar al mundo de los vivos. Seis meses después de su muerte, reaparece con un nuevo aspecto y un nuevo nombre: Reizo. Y lo más importante, ahora está dispuesto a acabar de una vez por todas con la tiranía de Hideaki. Una vez más, los caminos de los dos amados vuelven a encontrarse pero esta vez deberá luchar contra algo más fuerte que el villano de turno si quiere cumplir su venganza.

Leinil Yu en estado de gracia

El apartado artístico, a cargo del señor Francis Leinil Yu, es francamente bueno. Además de que su estilo me gusta bastante y considero que en esta obra cumple sobradamente, me atrevería a decir que, en términos de narrativa, está por encima de lo que realizó para Marvel en colecciones como «Los Nuevos Vengadores» o eventos tan populares como «Invasión Secreta». El dibujante está especialmente acertado en las escenas de acción y en aquellas en las que debe plasmar algún ingenio robótico. Si a ello le sumamos el buen hacer a las tintas de Gerry Alanguilan y el impresionante tratamiento del color del sin par Dave Stewart, tendremos como resultado un apartado gráfico de notable alto.

Y en cuanto al guion de Andy Diggle, sin ser nada del otro mundo, es cumplidor y está lo suficientemente bien estructurado como para hilvanar correctamente los acontecimientos que se van desarrollando. Además, los personajes están muy bien construidos (el caso de Suki es especialmente reseñable, porque da mucha vidilla a la narración con sus intervenciones, las cuales están casi siempre relacionadas con el sexo) y cada cual cumple su rol con efectividad, a pesar de que no dejan de ser arquetipos que todos hemos visto algunas. Aunque, pensándolo bien, quizá por esa misma razón funcionan tan bien para el fan del cómic que gusta de este tipo de lectura. Los diálogos son correctos y la trama (que como digo es una acertada mescolanza de ciencia y tecnología imposible) en general es dinámica y bastante entretenida.

Destacada

Un cóctel explosivo que reúne muchos elementos que son del agrado de muchos lectores de cómics como, por ejemplo, guerreros con habilidades especiales, la tecnología futurista y la acción desenfrenada. Todo ello aderezado además con los sempiternos robots, la yakuza, el código de honor de los samurais y otras referencias a la cultura popular japonesa. Conceptos como «rebeldes antisistema cybermejorados» que luchan por amor y venganza contra un maloso que posee un título nobiliario o un doctorado los hemos visto infinidad de veces, no es nada nuevo. Hasta ahí todos de acuerdo. Pero también es cierto que sumergirte en una de estas obras que para nada son pretenciosas y saben muy bien lo que quieren transmitir, de vez en cuando apetece. Y si lo que ofrece merece la pena y está tan bien presentado y ofrecido en un envoltorio como este, pues apetece mucho más.