La obra que mostró al mundo el peculiar estilo de Paul Pope, llega ahora de la mano de Norma Editorial en una formidable edición ampliada y David Redondo nos lo cuenta en un fenomenal artículo para La Firma Invitada.
De los sueños perseguidos y no alcanzados.
Del amor no correspondido.
De lo frágil de nuestra naturaleza.
Del miedo a perecer.
Paul Pope (Filadelfia, 1970) es conocido por ser ganador de dos premios Eisner por su obra «Batman: Año 100» (mejor serie limitada y mejor escritor/artista) en el año 2007 y, además, por series como Battling Boy y Aurora West, ambas en De Bolsillo Ediciones.
En el apartado de guion, Paul Pope nos cuenta la historia de Escapo (Vic), un personaje que se convierte en una alegoría de la vida contra la muerte.
Pope se sirve de un personaje al limite ,ya desde su nacimiento (magnifico prólogo) con un relato cercano a Bukowski y su realidad mágica «fea» (…»y todas esas enfermeras gordas, todas las máquinas con sus pitidos, todos berreaban») para impactarnos (brutal y natural, la escena del parto) ya desde sus primeras páginas.
Por que la elección de escoger a un escapista de circo, solitario, taciturno, con un único amigo, acosado por los payasos (curiosa elección la de que los payasos sean los elementos crueles y negativos de la historia) es magnífica para relatar las ansias de supervivencia o la superación de «pruebas» del personaje (todo ello una metáfora de lo que supone el ciclo vital humano).
Por otro lado, Aerobella, la mujer que ama Escapo abiertamente (para escarnio por parte de los payasos), es un personaje que trabaja «en la cuerda floja», dotándola de una fuerza que atrae a nuestro protagonista.
Un personaje por momentos cruel (la escena donde Aerobella da una galletita al mono con un siniestra sonrisa) o en cambio, a veces, símbolo de empatía (emocionándose con la actuación de Escapo, acompañada del Rey Acróbata).
Cada prueba que supera Vic o las necesidades de superar las siguientes, lo arrastran a un final incierto. ¿Cuánto tardara en aparecer el primer problema? Cuando aparece, la historia tomará un giro «fantástico» y una «propuesta» saldrá a relucir.
En el apartado técnico, Paul Pope maravilla a nivel visual. Lo hace tanto narrativamente como conceptualmente (pocos recuadros de composición por página) con una estupenda tipografía (variando en toda la obra) y un color muy bueno de Shay Plummer.
El tomo, que incluye extras como bocetos o portadas, es verdaderamente una obra de lenta digestión, difícil de recomendar a cualquier estómago que busque una ingesta sencilla y directa.
Escapo necesita (recomienda) un lento análisis para poder disfrutar, en su conjunto, de lo que Pope propone. Las trampas o pruebas que suponen la vida y nosotros… Escapando.
Artículo escrito por David Redondo