Kurt Busiek y Alex Ross rememoran la historia del universo Marvel en una obra que narra de una manera brillante los momentos clave de algunos de sus iconos a través de los ojos de un tipo corriente.

Me atrevería a decir que, dentro del mundo de los cómics, no hay actualmente ningún aficionado que lleve ya un tiempo en esto que no conozca al talentoso historietista e ilustrador Alex Ross (Tierra-X, Project Superpowers, Justicia, Kingdom Come). Su impactante y distintivo estilo fotorrealista, dotado de una potencia visual excelsa, le han llevado a lo más alto dentro de la industria norteamericana. Y buena parte de su éxito y fama, la tiene el cómic que nos ocupa hoy: Marvels, la era de los prodigios. Una obra que parte de una idea originaria del propio Ross, el cual quería hacer una especie de seriales con algunos personajes de Marvel pero que, con la inclusión del formidable guionista Kurt Busiek, se convirtió en una historia completa con un protagonista muy peculiar: un fotógrafo llamado Phil Sheldon.

En ‘Marvels’, la historia de los principales iconos de La Casa de las Ideas de la «Edad de Plata», es narrada a través de los ojos de Sheldon, el cual trabaja como reportero gráfico en el periódico The Daily Bugle y presencia de primera mano, en sus comienzos en el periodismo, la aparición de seres «superpoderosos» como Namor, La Antorcha Humana y las batallas entre ellos, la llegada de Galactus o la irrupción de los mutantes en un mundo que los teme y los odia. Así, el equipo creativo nos sitúa en el escenario de estos hitos marvelitas y hace partícipe al lector de la magia del nacimiento del Universo Marvel de los cómics de un modo muy inteligente, todo ello narrado de manera excepcional.

La obra, dividida en cuatro partes, se publicó por primera vez en 1994 y en ella se aprecia, además de una gran labor de documentación (aparte Busiek domina el género superheroico como pocos) un enorme cariño a los cómics clásicos de Marvel. Casi podría decirse también que es una oda al género, en la que estos dos prestigiosos autores explican de manera sencilla además el auténtico significado de ser un superhéroe (cabe recordar que Busiek y Ross acabarían años después colaborando en la serie Astro City con el dibujante Brent Anderson).

Uno de los mejores momentos del cómic, es sin duda el tratamiento que hacen Busiek y Ross de la muerte de Gwen Stacy, un clásico de ya de la historia del universo de Marvel Comics que de nuevo es contado aquí pero esta vez de un modo espectacular (la reacción de Sheldon y las consecuencias de presenciar dicha muerte, es impagable) que sin duda tocará el corazoncito de los fans del «trepamuros» (e incluso de los que no son seguidores de Spidey, ya que este momento que marcó sin duda el final de la inocencia para el icónico personaje está desarrollado en ‘Marvels’ de una manera realmente brillante.

«El nacimiento el Capitán América y sus hazañas en la Segunda Guerra Mundial»

Ross, que aparte de ilustrar de manera prodigiosa y depurada, está francamente bien en este trabajo en concreto. Muchas son las virtudes de este, que fue el primer trabajo profesional de Ross quien impactó en su momento con su particular arte dentro del circuito norteamericano del cómic. Siempre se ha dicho que es mejor ilustrador o portadista que narrador gráfico y, aunque es cierto que sus portadas son antológicas y realmente espectaculares, en ‘Marvels‘ está francamente bien al dibujo. Hay que recordar que luego demostraría con creces su valía como dibujante de cómics en otras obras como la monumental  «Kingdom Come«, ya para la distinguida competencia.

En definitiva, una obra fundamental de La Casa de las Ideas. Todo un clásico ya con el oficio de Kurt Busiek y el arte de Alex Ross, dos de los grandes nombres de la industria norteamericana del cómic que ahora edita Panini Comics en una edición similar a la Platinum Edition USA, con multitud de extras. Una obra que marca la vuelta al clasicismo de los cómics de superhéroes y que puede gustar tanto a fans de toda la vida (ya que tienen un bagaje con el que disfrutar de los guiños y además el tebeo hace gala de un espíritu nostálgico prácticamente en cada página) como a los nuevos lectores que deseen acercarse a él.