La segunda entrega de Gideon Falls ya está entre nosotros. No ha pasado mucho desde que reseñamos en esta web el primer volumen de la serie pero la verdad es que la espera se nos ha hecho eterna. Y esto es así, porque la obra de terror e intriga de Jeff Lemire (Black Hammer, Un tipo duro, Descender), Andrea Sorrentino (God of War, Green Arrow) y Dave Stewart (Star Wars, Shaolin Cowboy) nos tiene verdaderamente enamorados.
Astiberri publica ahora el segundo tomo de esta impresionante serie de Image Comics (en curso actualmente en USA), titulado «Pecados originales» (Original Sins), en el que nos sumergimos aún más en la locura de Norton Sinclair y, para deleite del lector, algunos terribles secretos del pasado del pueblo y sus habitantes finalmente serán revelados.
En este segundo volumen, sabremos cuál es el origen de Sinclair pero… ¿Quién es realmente este personaje? ¿Qué se oculta detrás de su figura? ¿Cuál es la razón de su extraña afición y por qué se siente atraído (y casi obligado) a buscar las piezas que componen el siniestro granero negro que está detrás de los traumas y las pérdidas de Gideon Falls? ¿Es realmente quién afirma ser? Un complicado rompecabezas que poco a poco irá resolviéndose aunque ello signifique la aparición de un misterio aún más extraño si cabe.
Al mismo tiempo, podremos conocer más detalles sobre la desaparición de Daniel Sutton cuando era solo un niño, un suceso terrible que afectó sobremanera a su hermana Clara (que como recordareis ahora es la sheriff del pueblo) la cual tiene bastantes lagunas de lo ocurrido aquel fatídico día y, sobre todo, que marcó para siempre a Doc Sutton (padre de ambos). De algún modo, las vidas de las gentes de Gideon Falls están entrelazadas entre sí y unidas al maldito granero. Y aquí vamos a ver algunas consecuencias de ello.
Otro personaje importante para este momento de la historia, es el Padre Fred. Y es que el título de este segundo tomo no es casualidad. Lemire no da puntadas sin hilo. Y aquí, menos. Llegados a este punto, hay señalar que, al igual que en el primero, en este tomo el arte de Andrea Sorrentino es un espectáculo. El dibujante italiano despliega una vez más todo su talento y realiza una composición de páginas absolutamente magistral para un cómic que transita entre lo sobrenatural y lo obsesivo; guiando al lector de un modo casi cinematográfico a través de una espiral de locura y atrapando al lector irremediablemente en la historia. Todo esto, apoyado de modo excepcional por uno los grandes coloristas del medio: el sin par Dave Stewart.

En definitiva, una entrega más de esta magnífica obra de Jeff Lemire, guionista excepcional que una vez más demuestra su valía en este atmosférico volumen. Autor versátil, su dominio del desarrollo de los personajes (omnipresente aquí) es la clave para el buen funcionamiento de la serie. Además, maneja con maestría los resortes del misterio y el suspense; incluyendo una figura ominosa y terrorífica como «el hombre sonriente» y mostrando con cuentagotas episodios de la personalidad del Padre Freud (importante tanto aquí como para el devenir de la serie). Para concluir, simplemente recordar que si esta serie ha ganado este año el Premio Eisner a la mejor serie nueva, no es casualidad. La narrativa gráfica al servicio de una de las series de terror psicológico e intriga más destacables del panorama norteamericano, un equipo creativo de categoría, tramas muy bien construidas y personajes interesantes, logran que esta serie sea simplemente sublime.