Otra joyita de esas que, cuanto más la escuchas, más te deleita; debido sobre todo al enorme talento musical que atesoran los músicos participantes. El amigo Derek Sherinian (ex Dream Theater, ex Kiss, ex Billy Idol, entre otros) se lo montó de fábula desde que abandonó a sus virtuosos compañeros de Dream Theater para emprender su carrera en solitario.
Grandísimo teclista, sabe siempre rodearse de grandes amigos (y mejores músicos) para dar forma a excelentes trabajos. Aunque su último disco de extraño nombre «Molecular Heinosity» no alcanzó las cotas de calidad de los anteriores, hoy quiero hablaros de uno de sus mejores álbumes.
Este magnífico disco se editó en el año 2004 y es el cuarto álbum de estudio en solitario de este genial músico. Como digo, el bueno de Derek siempre se las apaña para «liar» a algunos de sus amigos y estos acaban en el estudio con él, grabando auténticos temamos para sus discos.
Si os cuento que algunos de estos amigos son Steve Lukather, Zakk Wylde o Simon Phillips os haréis una idea de la calidad instrumental que contiene ‘Mithology‘.
El disco, eminentemente instrumental, se abre con una potente «Day Of The Dead» que intercala partes veloces partes de agresiva guitarra (a cargo del fiero Zakk Wylde) con algunas secciones de Metal Progresivo que recuerdan en ocasiones a la etapa del teclista con Dream Theater.
«Alpha Burst» es una de las mejores canciones de este «Mithology«. Además de los teclados de Sherinian, la guitarra de Steve Lukather (Toto) y la batería de Simon Phillips (Jeff Beck, Toto, Joe Satriani, entre otros) son los protagonistas de este tema que es una verdadera maravilla instrumental.
Llega el turno de «God Of War«, un tema en el cual encontramos varios cambios de ritmo complejos y solos espectaculares de guitarra. Destacar en este track el épico solo final de guitarra de John Sykes (ex Whitesnake, ex Thin Lizzy) y una vez más la afilada hacha de Mr. Zakk Wylde (ex Ozzy Osbourne, Black Label Society)
Con «El Flamingo Suave» se produce una vuelta de tuerca en el sonido respecto a los anteriores temas y nos encontramos con ritmos caribeños, piano, percusión y unas alucinantes guitarras en onda Di Meola que para nada desentonan con el álbum.
La lenta «Goin’ To The Church» es el vehículo perfecto para el lucimiento de un guitarrista sublime como es Steve Lukather. Espectacular.
«One Way Or The Other» cuenta con la aportación del asombroso violinista Jerry Goodman (ex Dixie Dregs) y de la guitarra prodigiosa de Allan Holdsworth, que también interviene en otros cortes del álbum.
Las guitarras de «Trojan Horse» encajan a la perfección con las melodías del teclado de Derek Sherinian que, dicho sea de paso, está inmenso en todas las canciones del álbum. La base rítmica formada por Marco Mendoza y Brian Tichy no le va a la zaga en este gran tema instrumental.
«A View From The Sky» es el tema melancólico del álbum. Los sonidos del teclado de Derek Sherinian se funden con el resto de instrumentos de una manera espectacular. Gran aportación a la guitarra de Steve Stevens, acompañado por el bajo de Tony Franklin y la batería del señor Simon Phillips.
Y llegamos al final con la única canción ‘no instrumental’ del disco. No exagero si digo que «The River Song» podría estar incluida perfectamente en cualquier disco de Black Label Society. Las voces de Zakk Wylde y su guitarra tienen gran parte de culpa de esto. Fenomenal cierre para un discazo como la copa de un pino. Creedme cuando os digo que si no le dais unas cuantas escuchas lo lamentareis. Un álbum altamente recomendado.