El popular equipo de superhéroes de Marvel sigue estando de moda (gracias al éxito de la película, todo hay que decirlo) y la prueba de ello es que varios arcos argumentales de algunas importantes colecciones están adaptando el universo narrado en ellas en función de lo que se vio en el film de Joss Whedon.

La Era de Ultrón, Hambre y, en menor medida, Infinito, son algunos de los últimos lanzamientos de «La Casa de las Ideas» que se han visto «contaminados» por el triunfo en taquilla de la cinta protagonizada por Robert Downey Jr., Samuel L. Jackson y compañía.

Tanto es así, que el prólogo de este tomo denominado «La Guerra Interminable» está escrito nada más y nada menos que por el mismísimo agente Phil Coulson. El conocido actor Clark Greeg introduce esta aventura de Los Vengadores que estás suscitando elogios y críticas negativas a partes iguales. ¿Es un must-have o directamente es mejor obviarlo y comprar otro?

Para empezar, hablemos de los artistas que han realizado este cómic. En los lápices nos encontramos a Mike McKone y su estilo contundente pero minimalista al mismo tiempo. Un artista como la copa de un pino que pone mucho énfasis en los detalles de cada viñeta. Del guion se encarga el veterano Warren Ellis, el cual tiene tablas de sobra para enfrentarse al difícil reto de encarar una novela gráfica de este calibre.

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«Los Vengadores deberán permanecer más unidos que nunca»

Pero no todo son alabanzas a este tomo. El punto flaco de esta aventura de los héroes de Marvel es el argumento, el cual promete mucho al principio, pero a medida que transcurre la trama se va «desinflando» lentamente. Y además, la manera de contar ciertos puntos de la trama podría haber sido mucho más dinámica. Ellis podía haber narrado la historia (que, dicho sea de paso, no es más que el trasfondo que el guionista utiliza para contar al lector cómo son relaciones personales entre los distintos miembros del grupo) de otra manera. No es que esté mal guionizado pero sí parece una historia algo desaprovechada en algunos aspectos lo que puede hacer que algunos lectores se sientan decepcionados al encontrarse con una trama un tanto «vacía».

Al igual que en la película, Thor se erige en uno de los principales protagonistas de esta historia ya que junto a sus amigos y aliados se ve envuelto en la caza de unas bestias que les son extrañamente familiares. Para vencerlas, va a necesitar la ayuda de todos sus compañeros Vengadores si quiere salir victorioso del enfrentamiento. El Dios del Trueno contará con el apoyo de un completo equipo de Vengadores entre los que sobresalen un Tony Stark «más Tony Stark» que nunca y un Capitán América que recuerda demasiado al personaje de la película de Whedon, un Steve Rogers desconcertado por su pasado. En realidad, se nota una influencia muy acusada del film en este trabajo en todo momento.

Mención especial a los diálogos entre Logan y la Viuda Negra, así como también los de Carol Danvers con el Capi. No podemos dejar de lado tampoco a un irreverente y canalla Ojo de Halcón que, afortunadamente, en esta ocasión no se inspira en el personaje interpretado por Jeremy Renner en la película (basado su versión «ultimate») y se apoya más en nuestro Clint Barton (el de los cómics originales) amado y querido por todos.

Además, de nuevo entran en liza los subterfugios de la organización conocida como S.H.I.E.L.D. y eso siempre es sinónimo de acción, mentiras y buenas peleas. Garantizado. ¿Merece la pena este «La Guerra Interminable«. Indudablemente sí, aunque sólo sea por el buen hacer en las viñetas del excelso McKone y porque, qué demonios, siempre es un placer ver a un equipo de Vengadores luchando contra oscuras criaturas y salvando al mundo una vez más. Quizá no sea todo aquello que prometía (los editores de Marvel Comics la vendieron tan bien que algunos esperábamos una obra maestra) pero es una estupenda novela gráfica que no puede faltar en tu colección si eres fan de los «héroes más poderosos de la Tierra».

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