Siempre es un placer traer a la web trabajos de autores valientes e inconformistas que, lejos de rendirse, luchan por que sus cómics sean publicados y lleguen al mayor número de gente posible. Si a eso le añadimos que a veces nos encontramos con obras cargadas de historia, reivindicación y una profunda carga social, todavía da más alegría el poder reseñar dichos tebeos. Es el caso del cómic que nos ocupa hoy, llamado ‘Los Pistoleros’, opera prima del autor andaluz (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1979) Ibán Díaz. Un interesantísimo cómic publicado por Dirección Única Ediciones que viene además con un extenso y excepcionalmente bien documentado anexo histórico realizado por José Luis Gutiérrez Molina.
Ibán Díaz, ilustrador de profesión, nos cuenta en esta obra situada en Sevilla en los años veinte como un tipo apodado «El Grande» se une a un comando de acción anarquista en un delicado momento para España, en el cual el conflicto social está a la orden del día. En un contexto complicado de huelgas, violencia política, bandos enfrentados, intereses creados y luchas por obtener derechos sociales, el protagonista de esta historia, tipo aguerrido, fuerte y sin miedo, huye de la ciudad para acabar en la frontera con Gibraltar en busca de «El Tuerto«. Allí, conocerá de primera manos los tejemanejes de ambos bandos mientras la cosa se complica todavía más. Las huelgas, los sindicatos, el movimiento revolucionario y las luchas de los obreros por mejorar sus condiciones están magníficamente representadas en este cómic a través de la potente narrativa gráfica que posee el autor.
La labor de documentación de Ibán Díaz aquí es estupenda y gracias a su trazo simple pero efectista logra transmitir la crudeza de la época que a muchos tocó vivir. Una época, en la que hablar de anarquía, sindicalismo y otras cuestiones estaba a la orden del día. Una época de lucha obrera que el autor representa a través de unos personajes que en todo momento se nos presentan como el fiel reflejo de la misma. Incluso, los diálogos están realizados de manera fiel a como hablaban en determinadas zonas del sur de España. Es casi imposible no empatizar con ciertos personajes que son gente humilde y trabajadora y al mismo tiempo detestar a otros que, a pesar de todo, son un producto de un marco espacio temporal concreto. Así que chapó por la construcción de todos los elementos de la historia por parte del autor en esta obra.
Es un cómic que me ha recordado mucho en el apartado gráfico a esos grandes cuadernos de historietas autoeditadas que pude conocer de primera mano cuando vivía en Córdoba; cómics hechos con mimo y esfuerzo por gente novel de mucho talento. Pero es en el trasfondo que posee y en la riqueza de su, insisto, excelente labor de documentación, donde está el auténtico valor de ‘Los Pistoleros’. Está claro que no estamos ante un cómic «comercial» (si se me permite el uso de la expresión) ni tampoco creo que lo pretenda como tal, aunque siempre un autor busca la manera de que sus trabajos lleguen al mayor número de lectores posible, evidentemente. Sí que queda patente, una vez leído y disfrutado el tebeo, que es una obra muy especial y necesaria en tanto en cuanto a que determinados hechos históricos no deben perderse nunca de vista, aún siendo revestidos de ficción, como es el caso. Esperemos que ‘Los Pistoleros’ sea el primero de muchos otros trabajos de este autor andaluz.