Si hay un director de cine que despierte filias y fobias en redes sociales a partes iguales, ese es sin duda Zack Snyder. Y las discusiones en Twitter (ahora conocido como ‘X’, gracias, Elon) terminan derivando en guerras leoninas que acaban por hastiar al más pintado. Lo que es indudable es el talento de este director para acometer proyectos de gran factura visual llenos de espectacularidad y excesos, además de abusar desmesuradamente de la acción en cámara lenta, claro.

Cuando su sueño de realizar una película de Star Wars al estilo de ‘Los Siete Samurais’ de Kurosawa se fue al traste con la adquisición de Lucasfilm por parte de Disney, comenzó a reorganizarlo todo para que otro gigante comprara la idea. Aquí entró en juego Netflix que vio posibilidades al proyecto y el bueno de Zack pudo por fin ponerse a trabajar en su gran «Opera Espacial de autor», por así decirlo. Así, tras meses de anuncios, pudimos ver un teaser tráiler que volvió a sacudir los cimientos de Internet y generó miles de discusiones de expertos cinéfilos que aún no habían visto la película pero aún así se atrevían a vaticinar su destino. Y al fin llegó a la plataforma Netflix el pasado 22 de diciembre, la primera parte de ‘Rebel Moon’. O como la llamo yo: ‘La fantasía final de Zack Snyder’.

«Jimmy es posiblemente el mejor personaje de la película…»

Y sí, se puede ser objetivo a la hora de escribir una crítica y al mismo tiempo tener algo de sentido de humor porque es innegable que la película es un pastiche de algunas de las franquicias culturales más populares del siglo XX y parte del XXI (ya sea en cine, series o videojuegos) como ‘Star Wars’, ‘Warhammer 40.000’, ‘Vikingos’, ‘Juego de Tronos’ o ‘El Señor de los Anillos’. Todo ello, aderezado con altas dosis de géneros cinematográficos como el Western (y alguna cosita tomada de films como ‘Gladiator’) e inspirándose claramente en el cómic de Ciencia Ficción europeo (hay conceptos visuales que podrían ser perfectamente de artistas como Moebius) da como resultado algo que, a priori debería gustar (o al menos tocar la patata aunque sea un poquito) a todo buen «friki» que se precie de serlo. Entretenido y bien presentado, pero un pastiche al fin y al cabo.

¿Es esto algo negativo? Para nada. Al menos, no debería serlo para el público al que va dirigido. Cierto es que muchos conceptos los hemos visto ya demasiadas veces y que, salvo en lo técnico y que es muy espectacular a nivel visual, la película no destaca realmente en nada. Obviamente, la referencia más clara es la saga galáctica por excelencia, pues no en vano iba a formar parte de la misma originalmente. Cosas como un malvado imperio (con claras referencias al nazismo), un senado que no sirve para nada, rebeldes en una luna organizándose para intentar acabar con la opresión de una galaxia, planetas que visitar, humanos habitando remotos sistemas y conviviendo con algunas razas alienígenas, son elementos que se han mantenido en ‘Rebel Moon’ aunque, como digo, todo se ha reescrito desde cero y se ha mezclado con muchos elementos (sobre todo tomados de la fantasía) para crear un producto que, pensándolo fríamente, es muy vendible. Sí, hay cosas en ‘Rebel Moon’ que están muy manidas ya pero, ¿Quién no gusta de pillar un buen bol de palomitas y tirarse en el sofá con el pijama puesto a disfrutar dos horas y pico de tiros, saltos imposibles, golpes en slo-mo y pocas (o ningunas) tramas enrevesadas?

«Parte del elenco de Rebel Moon…»

Con un reparto conformado por estrellas como Sofia Boutella (Kora/Arthelias), Djimon Hounsou (General Titus), Ed Skrein (Almirante Atticus Noble), Charlie Hunnam (Kai), Michiel Huisman (Gunnar), Doona Bae (Némesis), Ray Fisher (Dorrian Bloodaxe), Corey Stoll (Sindri), Charlotte Magi (Sam), Staz Nair (Tarak Decimus) y Anthony Hopkins como la voz del androide Jimmy, entre otros, la película nos cuenta cómo un grupo de colonos sobrevive a duras penas como granjeros en una pequeña luna de uno de los sistemas gobernados por Mundomadre, un tiránico imperio que conquista con mano de hierro y arrasa con todo a su paso mediante conflictos bélicos. Cuando el Almirante Noble obliga a que los colonos de Veldt aporten a la causa todo el grano cosechado,  una misteriosa mujer llamada Kora, que lleva un tiempo viviendo entre estos agricultores, encenderá la chispa de la rebelión al eliminar a un destacamento de soldados de Noble e iniciará un viaje por toda la galaxia para reclutar a los mejores guerreros para su causa.

Básicamente, este es el plot de un film que, a medida que avanza, deja claro que va a sacrificar el desarrollo de personajes en pos del espectáculo visual y las escenas de combates. La presentación de los personajes es demasiado abrupta y se centra en que todo quede muy molón pero no logra que empaticemos con ninguno de ellos. Es más, al personaje de Hunnam lo vemos venir de lejos e incluso diría que lo han desperdiciado. No es mal actor, es que aquí le ha tocado lo que le ha tocado. Y luego está la elección del actor Fra Fee para el papel del villano principal cuya interpretación adolece del carisma necesario para un rol como el que demanda Balisarius, en mi opinión. Además, la película tiene algunos problemas de guion (ser guionista no es el fuerte de Snyder, precisamente) y aunque el director norteamericano cuenta con ayuda para estas lides no parece que aquí sea algo que tampoco quiera priorizar, realmente. Y lamentablemente, algunas escenas lo sufren más que otras. Además, cuando intenta tocar temas sociales no va más allá de tomar prestado (de nuevo) nombres de libros de historia e incluso de textos sagrados (lo de «el Rey Levítica» es sangrante). Y viendo aborda el inicio de la escena de la cantina, casi mejor que se quede en eso y no se meta en ciertos charcos.

Que esté dividida en dos partes (al estilo del ‘Dune’ de Villenueve, film con el que por cierto también comparte algunos elementos) no sé si ayuda tampoco porque toda la subtrama del General Titus se queda en nada aquí a la espera de la segunda parte, que verá la luz en 2024. En resumidas cuentas, ‘Rebel Moon‘ es un batiburrillo muy vistoso de cosas que nos gustan pero que podía haber estado mejor ejecutado. No es lo peor de Snyder (tiene algunos planos muy buenos y la fotografía cumple de sobra, amén de que los efectos especiales son estupendos) pero al final te queda la sensación de que esto ya lo has visto y, en algunos casos, hasta mejor contado. Y lo peor es que viendo el avance de la segunda parte, la cosa parece que seguirá igual. Un film que, si bien no es tan catastrófico como lo pintan algunos compañeros en sus críticas, deja bastante que desear en muchos aspectos.